8. SENTADILLA A CADA LADO
Siguiendo una técnica parecida a la de las sentadillas.
De pie y con las piernas abiertas realiza la flexión inclinando el cuerpo ligeramente para apoyar un peso mayor en una de las piernas.
9. SENTADILLA HINDÚ
10. SENTADILLA CON SALTO
En realidad el título debería decir «duermen», así, entre comillas. Porque no se duermen, aunque se exprese así habitualmente esa situación en la que las piernas o los brazos no nos responden o lo hacen muy lentamente por estar agarrotados.
Es una situación extraña -pero no infrecuente- que a veces ocurre al despertarnos por la mañana y notar que alguno de nuestros miembros continúa adormecido. Luego, unos pequeños pinchazos, una sensación de hormigueo, nos avisa de que el miembro entumecido estará listo en breve para obedecer nuestras órdenes.
Pero… ¿por qué ocurre esto?
Para entenderlo debemos saber que los nervios de nuestro cuerpo son los responsables de los movimientos que hacemos y las sensaciones que sentimos. Por nuestro sistema nervioso circulan multitud de mensajes desde y hacia el cerebro.
Por ejemplo, si deseamos mover un brazo o una pierna, nuestro cerebro envía la correspondiente orden que, a través de la espina dorsal y los nervios del miembro correspondiente, pone en funcionamiento el músculo.
Entonces, si hemos dormido con algún miembro aplastado bajo el peso del cuerpo o hemos estado estirados descansando con un codo o una rodilla doblados durante un tiempo prolongado, puede darse la situación de que los nervios de ese miembro queden temporalmente afectados por la presión -al no recibir suficiente irrigación sanguínea- y no funcionen correctamente durante unos instantes.
Los mensajes no pueden transitar con normalidad por esos nervios y por ello el miembro no responde como debería.
Conforme el entumecimiento va desapareciendo -al desaparecer la compresión y reestablecerse la circulación sanguínea-, los nervios se estiran hasta recuperar su forma original y vuelven a estar operativos.
Saber Curioso
Por Confirmado: Oriana Campos
]]>Los ejercicios con kettlebell o pesas rusas han ganado muchos seguidores en las sesiones de entrenamiento, tanto que para muchos, y me incluyo, han desplazado a las pesas tradicionales cuando se trata de hacer un trabajo funcional.
En lo particular, me resulta más sencillo manipularlas e involucrarlas en movimientos que trabajan distintas partes del cuerpo. Sin duda, los movimientos que se pueden realizar, como por ejemplo, los que muestro a continuación de la mano del terapeuta Glen González, permiten fortalecer, simultáneamente, las piernas, los glúteos, el área abdominal y los brazos.
]]>Piensa en un deporte que puedas hacer estando de pie (los concursos de comer no cuentan). Te has quedado en blanco, ¿verdad? Cualquier acción deportiva, desde superar obstáculos en carreras de aventura hasta cambiar de dirección en un campo de fútbol, se basa en la capacidad de desplazar el peso a una sola pierna, y este ejercicio te convertirá en un experto precisamente en eso. Y sólo necesitas mancuernas.
Casi todo el trabajo recae sobre los glúteos y los isquiotibiales, los dos músculos más débiles en la mayoría de las personas y también los que generan más potencia cuando te lanzas calle abajo con tu monopatín un domingo por la mañana. Olvídate de tu anticuado entrenamiento a dos piernas, ponte la gorra del revés y utiliza la sentadilla del patinador para superar a tus rivales. Vas a ser el más radical.
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– Equilibrio extraordinario en los entrenamientos y los partidos.
– Un core fuerte para rechazar a los defensas.
– Velocidad de piernas.
1 /Prepárate
Coge dos mancuernas de entre 2 y 5 kilos para que hagan de contrapeso. Además de evitar que te caigas de bruces, involucran los abdominales.
2 / Colócate
Flexiona una pierna en ángulo recto por detrás del cuerpo e inclínate hacia delante. A la vez que bajas, levanta los brazos hasta la horizontal. Aguanta en esa posición.
3 / Hasta el fondo
Continúa bajando hasta tocar el suelo con la rodilla de atrás, de manera que la pierna adelantada forme un ángulo recto. Mantén el cuerpo rígido.
4 / Inclínate
Debes inclinar el cuerpo más que en una sentadilla normal, pero sin curvar la espalda. Incorpórate de nuevo.
5 / Tu plan
Las series constan de 6-8 repeticiones con cada pierna. Intenta hacer 3-4 series. Si te resulta demasiado sencillo, ponte un chaleco lastrado.
Con información de: menshealth.es
En la mayoría de los casos, estos padecimientos están asociados con una vida sedentaria o malos hábitos de alimentación, como dietas pobres en nutrientes, bajas en fibra y con escaso consumo de agua, sin descartar, por supuesto, el factor hereditario y genético, que también tiene un peso en la aparición de dichos problemas de salud.
Existen muchos alimentos que ayudan a mejorar la circulación y por tanto a disminuir sus desagradables síntomas. Entre ellos, la experta recomienda aquellos que no deben faltar en la dieta cotidiana, mejorando, de esta manera, su calidad de vida.
1. Opta por vegetales diuréticos . «Si tienes tendencia a la retención de líquidos, la recomendación es consumir cada día un mínimo de dos raciones de vegetales, y que una de ellas sea en crudo, para aprovechar mejor sus nutrientes», indica la especialista. La mayoría de ellos son depurativos y diuréticos por excelencia, en virtud de su alto contenido en vitamina A, B, C, hierro, magnesio, fósforo y, sobre todo, potasio, ideal para favorecer la eliminación de líquidos. Entre ellos destacan: apio España,acelga, lechuga, berro, escarola.
2. Cebolla y ajo, en todos tus platos . La primera tiene un efecto alcalinizante sobre el organismo, lo cual permite no solo eliminar toxinas más fácilmente y evitar la retención de líquidos, sino también favorecer la salud de muchos órganos, gracias a su alto contenido de quercetina, vitamina C y E, potasio, ácido fólico, y sobre todo, fibra. Por su parte, el ajo posee propiedades antitrombóticas que evitan la formación de coágulos en la sangre y ayudan a mejorar el flujo sanguíneo.
Esto se debe a su gran contenido de aliina (también presente en cebollas, ajo porros y cebollín), así como a sus componentes sulfurosos. La recomendación es consumirlo crudo, por ejemplo un diente en ensaladas.
3. Que no falten los frutos rojos . Las antocianidinas, flavonoides responsables del color de las frambuesas, fresas, grosellas, moras, entre otras frutas del bosque, tienen efectos anticancerígenos, potencian las defensas y previenen el envejecimiento del organismo. Pero, además, su consumo habitual mejora la circulación periférica, ya que protege y fortalece las paredes de los vasos capilares y venosos, lo que ayuda a prevenir las várices.
4. Infusiones, contra la pesadez. «Si el problema son las piernas recrecidas y con tendencia a la formación de várices y arañas vasculares apúntate a las infusiones de plantas como el diente de león, cola de caballo, moringa, manzanilla, que tonifican la pared de las venas, por lo que evitan su dilatación excesiva. La recomendación es tomar de dos a tres tazas al día», señala Torrella.
Antes de empezar a consumir cualquiera de las infusiones de estas plantas de manera cotidiana, lo ideal es consultar previamente a tu médico, especialmente si se están tomando medicamentos para tratar la mala circulación.
5. Melón y patilla, de merienda. La ingesta diaria de estas frutas constituye un espléndido regalo para unas piernas inflamadas por la retención de líquidos y con deficiente irrigación sanguínea.
Esto se debe a la gran cantidad de agua, potasio, carotenos y licopenos, estos últimos antioxidantes que ayudan a impulsar la circulación de la sangre hacia las extremidades inferiores.
6. Cereales integrales y granos, campeones en fibra. Cuando hay problemas de estreñimiento la presión en el abdomen es mayor, lo que repercute también en las venas de las piernas.
Para evitarlo, se recomienda el consumo de cereales integrales a diario (pan, arroz, avena, cebada, etc.) junto con los granos, estos últimos, al menos, dos veces por semana. Dichos alimentos tienen entre 11 y 25 por ciento de fibra, sustancia que, al permitir una mejora en el tránsito intestinal, evita que las paredes de las venas y el colon se vean debilitadas.
7. Pescados azules, potentes protectores . Diversos estudios resaltan los efectos positivos que ejercen estos pescados (atún, cazón, salmón, sardinas, etcétera) sobre la salud, demostrando que sus ácidos grasos omega 3 mejoran la circulación. «Estos lípidos comenta la nutricionista- no solo reducen el colesterol, sino que también tienen una acción antiinflamatoria, dilatan las venas, fluidifican la sangre y reducen el riesgo de que se formen trombos o coágulos».
8. Cúrcuma, especia terapéutica . Ampliamente utilizada en la cocina oriental, está especia poco a poco gana terreno en los países occidentales. Y no es para menos, ya que diversos estudios han confirmado los poderosos efectos positivos que tiene para la salud: por su alto contenido en fibra, ayuda a mejorar la circulación sanguínea y contribuye al descenso de los niveles de colesterol en sangre.
Además, al permitir una mejora en el tránsito intestinal, evita que las paredes de las venas se debiliten. Para incorporarla a la dieta diaria, basta añadir un poco de cúrcuma a los platos, en especial en guisos o caldos, pues aporta un ligero sabor dulzón y picante. Es excelente con arroces y con pescados y también funciona bien en platos de carne, aves o cerdo.
9. Agua, en abundancia . Si no bebes suficiente agua te sentirás más inflamada, ya que es básica para muchas funciones corporales. Además, no aporta ninguna caloría. Por ello, una buena hidratación ayuda a prevenir la retención de líquidos y a eliminar los desechos que entorpecen la circulación.
La cantidad recomendada es de, aproximadamente, ocho vasos al día. Como recomendación final la experta aconseja que además de incluir en la dieta diaria estos alimentos:»Se debe reducir el consumo de sal, café y picantes; así como realizar un poco de ejercicio diario, ya sea caminar durante 20 minutos, montar bicicleta, bailar, yoga o apuntarse en un gimnasio», para mejorar la circulación sanguínea y favorecer la eliminación de toxinas.
Relacionado con: nutrición , várices , buena circulación
]]>Estos ejercicios trabajan los cuádriceps, los glúteos, los isquiotibiales y las pantorrillas. Sitúate descalzo sobre una zona blanda y lisa (lejos de las niñas en bikini que quizá te miren raro). Haz dos series de cada movimiento, descansa 30 segundos entre series y un minuto entre ejercicios. Y luego échate a descansar. ¡Que estás de vacaciones, caray!
Traza una línea en la arena y otras dos a 5m hacia los lados. Ponte a caballo de la línea central con las rodillas y los brazos ligeramente curvados de modo que las manos te queden por delante de los muslos (mira la imagen). Muévete hacia la derecha y flexiona las rodillas para tocar la línea derecha con la mano derecha. Luego vete hacia la línea izquierda y tócala con la pierna izquierda. Sigue hasta que hayas completado cuatro carreras a cada lado.
Salta hacia delante con una pierna y aterriza sobre el mismo pie. Intenta saltar lo más alto posible, levantando la rodilla opuesta todo lo que puedas.
Ponte de pie, con los pies más separados que los hombros y los dedos cruzados tras la cabeza. Haz una sentadilla hasta que los muslos queden en paralelo a la arena; luego salta. Baja el cuerpo para enlazar con la siguiente sentadilla. Completa cinco repeticiones.
Ponte de pie, con los pies separados en paralelo a los hombros y las manos junto a los muslos. Salta en vertical y aterriza sobre una sola pierna, con las rodillas flexionadas, los hombros hacia delante y el culo y la cadera hacia atrás. Las manos pueden acabar algo abiertas hacia los lados y hacia delante, para facilitar el equilibrio. Intenta mantenerte estable dos segundos, recupera la posición inicial y vuelve a saltar. Ve alternando la pierna de aterrizaje y haz cuatro saltos con cada pierna.
Con información de: menshealth.es
]]>Las piernas son el sostén del cuerpo pero, muchas veces, no les prestamos la atención que se merecen. En invierno las escondemos con los pantalones o las medias tupidas y es cuando llega el buen tiempo cuando nos entran las prisas por lucir unas piernas perfectas. Pero un programa para tener un buen estado de forma debe seguirse durante todo el año, ya que de poco servirá hacer locuras unas pocas semanas antes por vernos bien. Nuestra salud será la principal perjudicada y, al final, el temido efecto rebote hará que estemos peor que antes de empezar a cuidarnos de manera tan precipitada.
Las mujeres tienden a acumular grasa en la parte inferior del cuerpo, sobre todo caderas y muslos, por lo que suele ser a ellas a las que más les preocupa trabajar esta zona, aunque unas piernas torneadas son uno de los objetivos más deseados en cualquiera de los dos sexos. Sin embargo, los expertos insisten en que no hay ejercicios estrella que trabajen, reduzcan y modelen una parte concreta del organismo. «Existe la falsa creencia de pensar que se puede eliminar la grasa de la zona en la que ponemos movimiento realizando entrenamientos analíticos y localizados en esa zona conflictiva. Hacer abdominales no elimina la grasa abdominal y los ejercicios de glúteos no reducen las cartucheras en las mujeres. No debemos olvidar que el cuerpo es una cadena muscular y no podemos centrar nuestro entreno en un punto concreto», indica Madelaine Moreno, coordinadora de fitness del gimnasio Body Factory Pozuelo.
Por este motivo, en nuestro programa para lograr unas piernas perfectas, no podemos centrarnos sólo ellas. Veamos a continuación qué debemos tener en cuenta para conseguir nuestro objetivo.
Vida sana, aeróbicos y anaeróbicos para tus piernas Unos hábitos de vida saludable son el primer paso para conseguir unas piernas perfectas. Alimentación sana y equilibrada, eliminación de los tóxicos (tabaco, alcohol, café…) y ejercicio físico no pueden faltar en un plan en el que también es muy interesante añadir masajes ascendentes con cremas frías, presoterapia, drenaje linfáticos, medias de comprensión si se trabaja muchas horas de pie, mantener los pies en alto por encima del corazón para favorecer el retorno sanguíneo, no usar zapatos de tacón excesivamente alto, duchas con chorros fríos desde los tobillos hasta las ingles y otras acciones similares.
Un programa de entrenamiento personalizado y adaptado a las características físicas, estado de forma, edad, tiempo disponible, etcétera, es la mejor opción para quien quiera lucir piernas bonitas cuando llegue el verano.
Sin embargo, en líneas generales, una combinación de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos se presenta como la mejor alternativa, según explica Madelaine Montero, quien insiste en que «todo gesto motriz, ya sea carrera , natación , montar en bici , necesita una fuerza de contracción muscular, por lo que resulta conveniente compaginar un entrenamiento cardiovascular con una entrenamiento de tonificación muscular». Y es que, como nos recuerda nuestra coordinadora de fitness, en muchas ocasiones nos fatigamos no por agotamiento del sistema cardiorrespiratorio, como normalmente pensamos, sino por agotamiento del sistema muscular.
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