Los perros pueden llegar a reducir la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea de las personas a tal punto de generar que por la liberación de tensiones haya menos riesgos de ataques cardíacos y de padecer enfermedades coronarias, según datos de la Asociación Americana del Corazón.

De hecho una investigación de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos encontró que es mayor la esperanza de vida de las personas enfermas del corazón que tienen perros en comparación con los que no tienen. Una razón es que el dueño de un perro hace diariamente una caminata de aproximadamente 20 minutos, lo que marca la diferencia.

A nivel del hogar, tener un perro reduce el riesgo de alergias y enfermedades respiratorias , especialmente en bebés y niños, debido a que los menores fortalecen su sistema inmunológico con la convivencia diaria con la mascota, así lo confirma un estudio de la Universidad de Finlandia, que encontró que los bebés a largo plazo, padecen menos problemas respiratorios e infecciones en sus oídos.

Otro estudio de la Universidad de Miami asegura que las personas con perros son más felices y menos propensas a tener cuadros depresivos, porque siente protección y confianza de su mascota que bloquea sentimientos de soledad y aislamiento.

«Para que todos estos beneficios se reflejen en las personas es importante tener en cuenta que el dueño debe estar atento al cuidado integral de su mascota, que tenga una alimentación adecuada de acuerdo con sus necesidades y etapa de vida. Visitas recurrentes al veterinario, un programa de desparasitación y vacunas al día, también garantizan el bienestar del perro», afirmó María Cocho, directora regional de Nestlé Purina Pet Care.

Los perros benefician tanto la salud del humano que en varios lugares del mundo existen centros para entrenar canes en la detección del cáncer y aviso de posibles ataques epilépticos.