El síndrome de ovarios poliquísticos involucra signos y síntomas, con manifestaciones clínicas como alteraciones menstruales , acné, hirsutismo (exceso de vello en áreas inusuales en la mujer), asociados o no a obesidad , y datos de resistencia a la insulina.

Además, se presentan andrógenos u hormonas masculinas aumentadas en sangre, como testosterona, dehidroepiandrosterona y androstendiona, y hallazgos por ultrasonido de ovarios poliquísticos (deben ser 12 o más folículos que midan entre 2mm a 9mm, o un volumen ovárico mayor de 10 ml), añade la doctora Pérez.

«Con la presencia de dos de los tres criterios mencionados se tiene el diagnóstico de síndrome de ovarios poliquísticos . Es decir, si usted tiene dos de esos criterios positivos, aunque no se vea el hallazgo de ovarios poliquísticos, ya tiene el diagnóstico».

Este síndrome se presenta sobre todo en mujeres en edad reproductiva , y como consecuencia, en algunas hay un mayor riesgo de infertilidad. «Como tal, no es una enfermedad, pero las mujeres que lo presentan tienen mayor riesgo de problemas metabólicos , especialmente si están obesas, tales como prediabetes o diabetes. Sin embargo, hay pacientes con síndrome de ovarios poliquísticos con un peso normal y lo que predomina son las alteraciones menstruales.

Un exceso de vello puede deberse a una enfermedad grave que hay que descartar y tratar a tiempo, no se trata solo de quitarlo por estética. Se considera patológico el exceso de vello en las mujeres cuando es muy grueso y aparece en áreas donde usualmente los varones lo presentan: mentón, bigote, mejillas, tórax anterior o posterior.

También es importante descartar otros problemas hormonales , como los de la tiroides , prolactina, la enfermedad por exceso de la hormona cortisol (síndrome de Cushing) y la hiperplasia suprarrenal congénita, que tienen otras manifestaciones clínicas.

Tratamiento

El tratamiento del síndrome de ovarios poliquísticos dependerá de lo que predomine. Si son las alteraciones menstruales, deben usarse anticonceptivos orales para regular el ciclo menstrual.

Si tiene mucho acné asociado, se prefiere el anticonceptivo que además de regularizar la menstruación disminuya el acné . Se recomienda que no se use el anticonceptivo para este propósito por más de un año.

En caso de sobrepeso, obesidad, resistencia a la insulina, prediabetes o diabetes, se usa la metformina (medicamento) y se va ajustando la dosis. En estas pacientes se hace más hincapié en la dieta y el ejercicio.

Y si hay mucho vello facial, medicamentos q ue disminuyen el problema y si no mejora, se recurre a medidas estéticas y apoyo con dermatología.

Algunas pacientes deben combinar todo esto. Otras, con solo bajar de peso recuperan la normalidad en sus ciclos menstruales y mejoran la fertilidad.

«Mi consejo final es que recuerden que este es un diagnóstico de exclusión, es decir, se debe hacer una evaluación médica completa para descartar los otros problemas hormonales (ya que estos pueden ser enfermedades graves como síndrome de Cushing; y deben tratarse a tiempo) y ya descartados y confirmado e l diagnóstico de ovarios poliquísticos , debe recibir un tratamiento completo: dieta, ejercicio y de necesitarse medicamentos, se les orientará».

Expertos del estadounidense Hospital General de Massachusetts lograron eliminar en ratones el crecimiento de tumores de ovario resistentes a la quimioterapia, para lo que les inyectaron una versión modificada de una proteína, la MIS, imprescindible para el desarrollo sexual.

Aunque no todos los tumores en los que se ensayó -crecidos a partir de células injertadas de pacientes- respondieron al tratamiento, los investigadores también han descrito una manera no invasiva de examinar células cancerosas “in vitro”.

“Nuestros descubrimientos son importantes porque en la actualidad no hay opciones terapéuticas para los cánceres de ovario recurrentes y resistentes a la quimioterapía”, indicó David Pepin, autor principal del estudio.

Durante el desarrollo embrionario los tejidos en los embriones macho secretan la proteína conocida como sustancia inhibidora de Müller (MIS) para impedir la maduración del canal de Müller, que de otra manera daría lugar a órganos reproductivos femeninos.

Aunque estudios previos habían demostrado que el MIS suprimía el crecimiento del cáncer de ovario al tener como objetivo la células madre del cáncer que sobreviven a la quimioterapia, no se había logrado producir las cantidad suficiente de proteínas de alta calidad para los ensayos preclínicos.

El actual estudio emplea una forma modificada del gen del MIS para generar una proteína de alta pureza y eficacia, que se combina con un vector conocido como AAV9 para hacerla llegar a la cavidad peritoneal, un lugar común donde cáncer de ovario recidiva.

La eficacia de esa versión modificada del MIS junto al vector AAV9 fue probada en ratones a los que se les indujo tumores al implantarles células cancerosas de cinco pacientes.

El resultado fue “un inhibición significativa del crecimiento de los tumores que habían sido generados con células de tres de los cinco pacientes”.

“Puesto que la respuesta a la terapia génica con el MIS no es la misma para todos los pacientes, será importante analizar, en primer lugar, el tumor de cada paciente para asegurar que responderá” al tratamiento, indicó Pepin.

Fuente: EFE