Este tipo de dieta se conforma por platillos sencillos, nutritivos y coloridos, pues cuenta con una amplia variedad de granos y alimentos con ácidos grasos Omega tres y es baja en carnes rojas, azúcar y grasas, explicó la especialista en un comunicado.

También incluye todos los grupos de alimentos básicos para tener una vida saludable, centrándose en: uso de aceite de oliva extra virgen, granos enteros en abundancia, frutas y verduras de temporada, legumbres, mariscos, aves de corral y huevos.

Así como productos lácteos de calidad, carnes magras, postres dulces, nueces, semillas, hierbas, especies para sazonar e incluye de una a dos copas de vino diarias y agua.

La nutrióloga indicó que la dieta es apta para las personas de todas las edades, incluso las que son vegetarianas, y los pacientes con intolerancia al gluten pueden disfrutarla con algunas sustituciones.

Río de la Loza mencionó que existe evidencia científica de estos alimentos ayudan a la salud del corazón, fortalece la estructura ósea, mejora la aptitud cognitiva del cerebro, ayuda a combatir ciertos tipos de cáncer y controla la diabetes.

De esta forma, la dieta mediterránea reduce la presión arterial, el colesterol alto, el asma, combate el Parkinson y Alzheimer y evita la resistencia a la insulina.

Además, una persona que consume estos alimentos resiste la depresión, cuida la salud dental, mejora la artritis reumatoide, incrementa la calidad de vida y aumenta su infertilidad.

La dieta mediterránea fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en 2010 por las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).