Evita lamerte los labios.  Una posibilidad es aplicar cremas para labios antes de dormir. Suelen contener ácido hialurónico y mantienen los labios humectados. Lo importante es no mantener los labios húmedos con la lengua porque eso los reseca.

Renueva tus labios.  También puede hacerse un peeling para labios. Sólo hay que mezclar una cucharadita de levadura con un poco de sal y agua mineral. Pasar esa pasta con el cepillo dental por los labios. Las enzimas de la levadura desprenden las partículas muertas de la piel.

Ejercítalos.  Poco vista porque se evita hacer en público es la gimnasia para labios. Diciendo «uu», «ee», «uu» exageradamente se fomenta la circulación de los labios y se ejercita la musculatura de las mejillas.

Maquíllate según el tamaño.  Lo ideal es marcar el contorno con un lápiz. Quienes tengan labios más bien delgados, pueden aprovechar para darles algo más de volumen. Si el lápiz está blando, déjalo una noche en el cajón de verduras del refrigerador y estará como nuevo.

Dos litros de agua al día.  Es importante actuar desde dentro y estar hidratado, beber agua es importante cuando se está deshidratado lo primero que se siente son los labios.