La dieta diaria de niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, agregó, debe racionalizarse debido a que de su calidad depende la salud del cuerpo humano.

Ávalos Rodríguez indicó que en caso contrario se afectaría la cavidad oral desde el primer contacto con los alimentos, al provocar por un lado caries o sangrado y, por otro, pérdida de piezas dentales e infecciones digestivas graves.

Si bien es cierto que durante la infancia debe privilegiarse el consumo de carbohidratos y proteínas para beneficiar el desarrollo, también lo es el que las frutas y verduras son auxiliares para mantener sana la boca durante toda la línea de vida, afirmó el experto.

Como ejemplo mencionó que los derivados de los lácteos como el queso y el yogurt son benéficos para afianzar el sistema óseo, dentro del que se incluye la dentadura.

En tanto, los frutos cítricos (toronja, naranja, limón) no deben permanecer demasiado tiempo en la lengua o los dientes, porque los ácidos que contienen afectan el esmalte de cada pieza.

«Se ha comprobado que beber té verde y té negro sin azúcares ayuda a preservar la salud bucodental porque ambos inhiben el crecimiento del streptococcus salivarius, uno de los principales microorganismos ‘enemigos’ de los órganos que componen esta parte del sistema digestivo», subrayó.

El estomatólogo destacó que las golosinas y las bebidas carbonatadas (refrescos) tienen un alto índice de azúcares refinadas, por lo que recomendó eliminarlas de la dieta diaria.

«En el caso de las papitas, las palomitas y las frituras, encontramos mucho almidón, el cual se pega fácilmente al interior de la boca y provoca en sólo siete minutos el crecimiento de la denominada placa dentobacteriana», alertó.

Tanto las harinas como azúcar procesadas de manera industrial, dijo, hacen que las bacterias «se alimenten y emitan desechos en la cavidad oral, si estos no se retiran después de cada comida, el paciente observará un deterioro paulatino de dientes y encías principalmente».

Por lo anterior, aconsejó una limpieza después de cada comida, usar primero hilo dental y luego cepillo y pasta de dientes, «pero si el paciente observa piezas con caries, inflamación o sangrado de la encía, es necesario que acudir a consulta con un médico estomatólogo».