La investigación contó con la participación de 300 hombres y mujeres cuya creatividad se puso a prueba mediante la realización de diversas tareas tras decir o escuchar comentarios sarcásticos. Además se contó con la participación de un grupo de control al que se pidió sinceridad en sus valoraciones, en vez de sarcasmo.

Luego de medir las respuestas, los investigadores determinaron que aquellos que pronunciaron comentarios sarcásticos (y también quienes los recibieron) eran tres veces más creativos que el grupo de control. Aunque mostraban más conflictos interpersonales, los sarcásticos mostraron mayor creatividad en sus tareas.

“El sarcasmo puede estimular la creatividad, la generación de ideas, soluciones, ideas o problemas que son nuevos y útiles. Como Oscar Wilde creía, el sarcasmo puede representar una forma inferior de ingenio, pero nos pareció que sin duda canaliza una forma superior del pensamiento”, explica Li Huang, coautor del estudio.

La investigación se centrará ahora en analizar los diversos tipos de sarcasmo, las bromas o la crítica, de cara a su impacto en la función cognitiva. Por ahora, los investigadores creen que estos resultados deberían animar a las personas a apreciar más el sarcasmo y verlo desde una perspectiva menos negativa.

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