La clave para mantener el peso está en adoptar hábitos de vida saludables que se repitan día tras día. Mantener el peso conlleva también esfuerzo y compromiso, a través de cambios en los hábitos alimenticios, en el ejercicio y en el estado de ánimo. Estos cinco consejos nos ayudarán a mantener el peso  y seguir buscando nuevos retos para mejorar nuestra salud y estado físico.

Mantener el peso – Detener la restricción de calorías La pérdida de peso a través de dietas muy bajas en calorías pueden causar estragos en nuestro  metabolismo , lo que lleva a la fatiga crónica, reduciendo la función inmune y aumentando los niveles de tiroides, y de estrés suprarrenal. Si comemos menos y hacemos más ejercicio para bajar de peso , nuestro cuerpo responde aumentando el apetito y reduciendo la tasa metabólica en reposo, por lo que es cada vez más difícil perder peso (Teta, 2013).

Con el fin de mantener el peso , deberemos aprender a comer equilibradamente manteniendo un equilibrio entre el consumo de proteínas magras, grasas saludables, y de hidratos a través del consumo de frutas y verduras.

Mantener el peso – Recompensas El mantenimiento de la pérdida de peso se puede hacer mediante el establecimiento de una rutina de hábitos saludables que se convierten en parte de nuestro nuevo estilo de vida. Pero también, es importante reconocer nuestros progresos y los resultados obtenidos.

Podremos establecernos metas semanales y mensuales, y disfrutar de las recompensas cuando conseguimos nuestros objetivos. Ir premiándonos, supone reforzar psicológicamente nuestro sacrificio, haciéndolo más llevadero.

Mantener el peso – No gaste dinero Si está pensando en gastar dinero en batidos que nos ayuden a mantener el peso , es el momento de deciros que no es necesario. Todas estos trucos, es más de lo mismo, y lo único que van a conseguir es parchear los resultados, ya que cuando dejemos de tomarlos volveremos a recuperar el peso, pues no estaremos atacando el problema de raíz, que es aprender a comer bien.

Mantener el peso – Falta de sueño Si sufrimos falta de sueño, nuestro cuerpo no puede mantener un apetito normal y el horario de comidas pautado. Nuestras hormonas se desequilibran, estimulando el hambre y la disminución de la producción de leptina , que suprime el apetito .

Si regularmente dormimos menos de siete horas por noche, los estudios demuestran que es posible que seamos hasta un 30 por ciento más propensos a ser obesos que los que duermen nueve horas o más (MD-Salud, 2013).

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