La exquisita pulpa del coco puede ser aprovechada para tratamientos estéticos y medicinales. El coco es un fruto que pertenece a la familia de las palmáceas, procedente del cocotero, la palma más importante y cultivada en todo el mundo.

Uno de sus mayores atractivos es el agua que contiene, una bebida dulce de mucha demanda. También es muy usado para la preparación de postres a nivel industrial y artesanal.

En las vacaciones, esta exótica fruta se convierte en la bebida predilecta. Tiene un gran poder diurético y laxante que favorece varios procesos del aparato digestivo y ayuda a eliminar el exceso de líquidos en el organismo.

Algunas de sus propiedades nutritivas son:

– Aporta una baja cantidad de proteínas e hidratos de carbono.

– Posee gran cantidad de vitaminas liposolubles del grupo B y vitamina E, que sirven para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Además, tiene acción antioxidante.

– Después del agua, la grasa constituye su principal componente. Posee ácidos grasos saturados, por lo que su valor calórico es el más alto de todas las frutas.

– Es rico en las sales que participan en la mineralización de los huesos, como potasio, calcio, magnesio y fósforo.

– También destaca su aporte de fibra, que mejora el tránsito intestinal y contribuye a reducir el riesgo de ciertas enfermedades.

Existen diferentes tipos. Sean grandes, enanos o híbridos cada uno posee diferentes características; los gigantes, por ejemplo, poseen gran cantidad de agua y su sabor es poco dulce, se utiliza mucho para la producción de aceite.

Los enanos, aunque su tamaño es reducido, su pulpa y agua contienen un gran sabor, y se emplean principalmente para producir bebidas envasadas; su pulpa no es de buena calidad.

Los híbridos por su parte pueden ser grandes o medianos, tienen un buen sabor y su pulpa es excelente.

El coco no es solo sabroso y refrescante, sino que también es muy útil, por eso cada día su demanda es más grande, gracias a sus aportes y beneficios para nuestra salud.

Atusalud

Por Confirmado: MariGonz

Si tu también eres una gran amante del coco y la sandía sigue leyendo muy atenta, porque cuando te contemos todos sus beneficios aún te van a gustar más.

La fruta carmesí: La sandía

Su color ya es la primera fuente de atracción, ese color rojo que nos enamora. Es conocida como la fruta que va bien para todo, y este dicho tiene mucha razón. Lo mejor es que hidrata muchísimo, es la fruta que contiene más agua, en concreto está formada por agua en un 93%.

Su sabor refrescante y de lo más sabroso hacen que sea una de las indispensables en los menús de verano. Su aporte calórico es mínimo, por lo que se puede convertir en tu mejor aliada si estás haciendo dieta. Para las deportistas es también un as en la manga, ya que está demostrado que ayuda a los músculos a recuperarse después un gran esfuerzo físico.

La fruta tropical: El coco

El coco ha sido un gran desconocido durante mucho tiempo, eso sí, desde hace poco se han empezado a conocer sus aportaciones a la dieta y ya se ha convertido en un indispensable en muchos hogares.

¿Qué nos aporta el coco? Es una de las frutas más apetecibles del verano, además nos recuerda a las paradisíacas playas cuando lo tomamos. Se puede consumir de mil y una formas, y una de las más refrescantes es beber su agua, el agua de coco.

El coco es una fuente de vitaminas, minerales y oligoelementos, además aporta calcio, magnesio, fósforo, sodio, zinc, flúor… No solo es bueno para nuestra salud interna, es también bueno para combatir la temida retención de líquidos, y además, ahora se ha puesto de moda para blanquear los dientes.

Ya lo sabes, este verano, debes incluir en tu lista de la compra coco y sandía, así tendrás un verano refrescante y 100% saludable.

Nosotras

1 1/4 tazas de lentejas

6 cucharadas de mantequilla sin sal

2 cebollas, picadas

1 taza de leche de coco

1 taza de cáscara edamame (opcional)

1 cucharadita de tomillo picado

Sal y pimienta negra, al gusto

1 cucharada de perejil picado

Preparación

Cocinar las lentejas y luego transferirlas a un bol.

En una cacerola, añadir la mantequilla y derretir a fuego medio-alto. Agregar las cebollas y cocinar hasta que se doren. Verter las lentejas, leche de coco, edamame, tomillo, sal y pimienta; cocinar por 5 minutos. Agregar el perejil.

Listo, servir caliente.

Fuente: Cocina y Vino

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