El calor extremo que supera todos los días los 37º C, expone a las personas a sufrir malestares, suba de presión, entre otras dolencias.

En esta época son muy comunes los golpes de calor que en ocasiones pasan y en otras acaban matando a quien los padece.

Sudor copioso, piel fría, pálida, húmeda y pegajosa o enrojecida, pulso rápido o débil, calambres musculares, náusea, vómitos y desmayos son algunos de los signos de este mal.

Ante una situación así, el Ministerio de Salud Pública recomienda resguardarse inmediatamente en un lugar más fresco, recostarse y aflojar la ropa.

Asimismo, aplicar paños húmedos sobre la piel, beber agua a pesar de no tener sed y en caso de vómito buscar atención médica lo antes posible.

Existen grupos de riesgo como las personas de 65 años y lo niños y bebés, quienes tienen menos posibilidades de reaccionar ante estos cambios de temperatura.

Los días de altas temperaturas y humedad pueden transformarse en un riesgo grave para la salud por lo que debes estar atento, informarte y tomar las medidas necesarias de prevención y cubrir todos los requisitos nutricionales de tu organismo. Los alimentos constituyen una excelente fuente de líquidos; las frutas y los vegetales son el mejor ejemplo porque tienen entre un 80 por ciento (%) y un 90% de agua en su composición. Además son indispensables en una alimentación equilibrada para facilitar la eliminación de toxinas del organismo.

Los platos que debes consumir en mayor cantidad en época de calor son las ensaladas y las frutas. Consume todos los vegetales y frutas que puedas y evita comer alimentos con alto contenido de grasas porque hacen más difícil la digestión y aumentan notablemente la sensación de calor. Es mejor hervir u hornear los alimentos.

A continuación algunos de los alimentos con mayor contenido de agua:

Frutas: consume diariamente de dos a tres porciones de frutas frescas. Las opciones con mayor contenido de agua en su composición lo son la sandía (melón de agua), piña, kiwi, fresas, guineo y china. Puedes hacer bebidas frías naturales como limonada o batidas de frutas 100% natural.

Vegetales y hortalizas: muchos vegetales tienen un contenido de agua de más del 90%. Se recomienda que consumas cuatro a cinco porciones diarias de los siguientes vegetales frescos  con los contenidos de agua más altos: apio, pepino, lechuga, tomate y calabacín. Otros vegetales con alto contenido de agua lo son: el brócoli, col verde, coliflor, berenjena y espinaca. Las verduras son una excelente fuente de antioxidantes, minerales y fibra. Opta por cocinarlos al vapor o comerlos frescos.

Pescado , además de contener proteínas de alta calidad y ácidos grasos esenciales como el omega 3 (salmón, sardinas, caballa, atún, bonito, anchoas) ayudan a regular los niveles de colesterol.

Sopas frías son otra buena opción para combatir el calor. Prueba el tradicional gazpacho o cualquier otro variedad de sopas frías. Recuerda que se trata de una importante fuente de vitaminas, fibra vegetal, ácidos grasos poli insaturados y sales minerales.

Agua , consume por lo menos ocho vasos de agua al día.

Incluir estos alimentos en tu dieta diaria te ayudará a conseguir alrededor de un litro o litro y medio de líquido, y así tendrás cubiertas más o menos la mitad de tus necesidades de líquidos diarios.  A lo largo del día, y dependiendo de la temperatura, el nivel de sudoración y la actividad física, aumenta por lo que debes ingerir agua y otros líquidos como jugos de fruta o vegetales 100% natural.

Recomendaciones para sobrellevar las altas temperaturas: La sed se presenta cuando ya existe cierto grado de deshidratación por lo cual es indispensable anticiparse a la sensación de sed, llevando contigo siempre una botella de agua. Ingiere no menos de dos litros de líquido al día, preferiblemente agua. Realiza varias comidas en el día para evitar sobrecargar el trabajo digestivo. Evita las comidas muy calientes y las que tienen alto contenido en grasa y sodio. Descarta alimentos fritos o de restaurantes de comida rápida, estos suelen caer pesados y su proceso de digestión es demasiado lento. Reduce el consumo de bebidas alcohólicas y cafeína e infusiones muy calientes. Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.

Los golpes de calor pueden provocar reducción del apetito , sudoración excesiva y otras dificultades.

Es por esto, que te recomendaremos una serie de medidas para poder combatir el calor efectivamente, y así mantenerte hidratado y sano.

1. Mantente hidratado

Debes tomar líquidos en todo momento.

El agua siempre será la mejor opción, pero también puedes tomar zumos o bebidas deportivas, pues todas te ayudarán a reemplazar los líquidos que has perdido por la sudoración y así también podrás prevenir la deshidratación.

Las bebidas que debes evitar, son las que están basadas en productos lácteos, ya que tiene azúcares añadidos, colorantes y conservantes.

Las bebidas muy frías tampoco son la mejor opción, pues podría provocar punzadas y dolores de estómago.

2. Evitar bebidas con alcohol y cafeína

Beber una cerveza, o un café helado podría parecer refrescante a primera vista, sin embargo estos absorben la humedad que se encuentra en el cuerpo, y contribuirán a la deshidratación (¿Sorprendido?).

3. No es necesario tener sed para tomar líquidos

Tener sed es una señal de deshidratación ¿Lo sabías?

En algunas ocasiones, el cuerpo no manifiesta la sed hasta que se encuentra deshidratado. Es por este motivo que es muy importante anticipar la sed.

Debes tener como obligación beber líquidos, mientras más agua (o cualquier otra bebida recomendada) mejor.

4. Ensaladas, todo el tiempo, ensaladas

La mayoría de las verduras tienen un alto contenido de agua, por este motivo, su consumo abundantemente podría ayudarte a mantenerte hidratado de forma sana y deliciosa.

Espinacas, lechigas, zanahorias, tomates, rábanos, cebollas, pepinos, calabacines, brócoli y rúcula; todas estas son excelentes opciones para crear una deliciosa ensaladas, saludable y muy hidratante.

5. Come fruta en abundancia

De igual forma que las verduras, las frutas tienen una gran cantidad de agua también.

Un excelente tentempié entre las comidas, te ayudará a controlar el hambre, y a su vez prevendrá la deshidratación.

Ejemplos de frutas con un gran contenido de agua son: las peras, las manzanas, las naranjas, las ciruelas, las piñas, los pomelos, los arándanos, las zarzamoras, los cocos, cualquier tipo de melón, las uvas, las sandías y muchas más.

6. Evitar comidas ricas en proteína

Tu elección debería favorecer las comidas ligeras, para digerirse fácilmente y así facilitar el trabajo a tu organismo.

Por eso, debes evitar las comidas en grandes cantidades y que contengan muchas proteínas, ya que podrían aumentar el calor producido por el metabolismo e incrementar la temperatura de tu cuerpo.

7. Añadir picante a tus comidas

Otra excelente manera de resfrecarse cuando el calor ataca, es añadir algo de picante a tus comidas.

¿Suena extraño?

El hecho de añadir picante a tus comidas (como un trozo de guindilla o una pizca de pimienta negra) incrementará tu sudoración, y por ello la temperatura de tu organismo disminuirá.

No debes olvidar reponer los líquidos perdidos con agua y otras bebidas.

8. Cambia tu horario y disminuye el ritmo

Con la finalidad de evitar aquellos momentos del día que hace más calor, debes intentar cambiar tu horario habitual (si esto es posible).

En caso que puedas cambiar tu horario, puedes retrasar un poco las actividades, por ejemplo temprano en las mañanas, al atardecer, o durante las noches suelen ser buenos momentos para dar paseos o realizar tu rutina de ejercicios.

Si debes exponerte directamente al solo, o permanecer en algún lugar donde no hay aire acondicionado, realiza todas tus tareas de manera pausada, más lentamente.

9. Evita los cambios extremos de temperatura

Tomar una ducha de agua fría luego de haberte expuesto al calor, no es una buena idea.

Esto podría causarte hipotermia, sobre todo en personas jóvenes y mayores.

10. Protégete del sol

Un paso lógico es la utilización de protección solar para evitar quemaduras en tu piel.

Proteger tu cabeza con un sombre o gorra también es aconsejable, también puede funcionar un pañuelo mojado para evitar golpes de calor.

No olvides utilizar ropas holgadas y ligeras, así como evitar las prendas sintéticas.

¿Sigues sin conseguir librarte de un golpe de calor?

Si no has sido suficientemente precavido, o solo has tenido mala suerte y has sufrido de un golpe de calor o insolación, prueba con lo siguiente:

Toma una infusión de té verde o también una cucharada de jugo de cebolla.

Ambos son unos excelentes antioxidantes que podrían aliviar los síntomas causados por el daño celular de los rayos del sol.

El sofocante calor afecta tu rendimiento, tanto en el trabajo, como en las clases o los deportes, combatirlos efectivamente puede darte ventajas competitivas, y lo que es mejor, te permitirá sentirte bien.

Fuente: http://nutricionsinmas.com

Y es que la reciente ola de calor que nos azota (la cual, por cierto, ha dado pie a una divertidísima colección de ‘memes’) ha convertido a casi todas las ciudades en una especie de infierno terrenal. Precisamente por eso, hemos querido elaborar una guía de supervivencia contra este letal calor, para que lo combatas con la mayor efectividad posible. ¡No te derritas!

1. Evita exponerte a las altas temperaturas

Para prevenir un efecto lo mejor suele ser evitar lo que lo produce. En el caso del calor, tal y como apunta la doctora Blanca Usoz de Doctoralia, “las temperaturas suelen ser más altas en las horas centrales del día, por lo que hay que intentar permanecer en lugares frescos y a la sombra”. Resulta evidente, pero a veces ni siquiera lo contemplamos…

2. ¡Hidrátate!

Más básico todavía. Bebe agua de una forma regular, no hace falta que esperes a tener sed. No se trata de que acabes con las reservas de agua mineral del planeta, pero sí de que ingieras líquido al menos un par de veces cada hora. De hecho, según la especialista en medicina general, “una orientación sería beber el equivalente a una taza cada 20 minutos”.

3. Abusa lo menos posible de la cafeína y el azúcar

Estos componentes “alteran la función de los mecanismos reguladores de la temperatura corporal”, dice Usoz. A todo esto, también hay que tener en cuenta que el alcohol tiene un efecto diurético que aumentará la pérdida de líquidos, que ya de por sí es elevada por la sudoración necesaria para mantener la temperatura corporal en el nivel adecuado.

4 Haz comidas ligeras

Puede que disfrutes de una comida copiosa, pero luego te sentirás más pesado que un collar de melones. Así pues, trata de comer poco pero sin pasar hambre. Ingiere alimentos ricos en agua y en sales minerales para reponer las pérdidas producidas por la necesaria sudoración. Ensaladas, verduras o frutas son las más aconsejables y quizás también las que más apetecibles nos puedan resultar debido al clima.

5. Reduce la intensidad de la actividad física

Nos referimos tanto a lo que concierne al ámbito laboral como incluso al deportivo. Bien es cierto que en tus entrenamientos debes exprimir tu mejor versión, pero en estas situaciones debes actuar con cautela. Como asegura la experta, “si resultase inevitable, como en el caso de tener que realizar alguna competición deportiva, lo ideal sería aclimatarse aumentando progresivamente el tiempo de exposición a las altas temperaturas cada día durante un período de siete a catorce días”.

6. Vístete con la ropa adecuada

Como asegura la doctora, “lo recomendable es utilizar prendas holgadas y de colores claros, fabricadas en tejidos transpirables como lino y algodón”. Estas prendas no ayudarán a que dejes de sudar, pero sí que dejes de hacerlo como si hubieses comido toneladas de picante. También puedes humedecer algunas piezas o complementos para intentar disipar el exceso de calor, como por ejemplo pañuelos o toallas pequeñas.

7. Con tu salud, ¡no te la juegues!

En la medida de lo posible, intenta identificar los primeros síntomas de posible estrés térmico. ¿Cómo reconocerlos? Según la doctora Usoz, “cuando notemos alteraciones como calambres, mareo, náuseas y fatiga”, entre otros síntomas similares. “Debemos detener cualquier actividad, colocarnos en sombra, reponer líquidos y sales minerales y bajar la temperatura corporal humedeciendo la piel con agua fresca”, asegura la especialista. Y en el caso de que estos indicios no cedan, acércate al médico sin dudarlo.

8. Presta especial atención a condiciones de riesgo

Como ya sabrás, los efectos del calor pueden ser peores en mayores de 65 años, menores de 5 y en personas con enfermedades cardíacas, hipertensión arterial o sobrepeso, así como también en las que estén siguiendo un tratamiento. Como manifiesta la especialista en medicina general, “los mecanismos fisiológicos de regulación de temperatura corporal pueden no tener un funcionamiento óptimo en esos casos”, así que hay que dedicar una atención particular a aquellas personas que lo requieran, así como también a aquellas que no puedan poner en práctica cualquiera de las anteriores recomendaciones por sí mismas.