La fruta, la verdura y las legumbres deben ser la base de nuestra alimentación. En segundo lugar debemos incluir la carne y el pescado. Está comprobado que no son alimentos que debamos consumir a diario, pero sí de forma equilibrada para aportar proteínas esenciales a nuestro organismo. Hay que evitar las calorías, las grasas y los  azúcares. Hay que desterrar de nuestra alimentación las grasas, los azúcares refinados, la bollería y la pastelería, además de los embutidos.

No debemos tener hábitos nocivos para la salud, como fumar, beber o tomar drogas. Está demostrado que, por ejemplo, la gente fumadora tiene muchas más posibilidades de desarrollar algún tipo de cáncer. Hay que practicar deporte a diario: no debemos llevar una vida sedentaria. Hay que aprovechar siempre que podamos para pasear, subir por las escaleras…Y centrar nuestra rutina en estar activos.

No sólo es importante comer bien sino que nuestro ánimo también debe ser bueno. Debemos ser optimistas y sentirnos a gusto para poder estar bien, tanto por dentro como por fuera. Hay que relajarse, tener la mente en paz e intentar que el estrés no nos afecte. Y es que para gozar de una buena salud también es importante el estado de ánimo. Es recomendable usar métodos de cocción suaves, cocinados a fuego lento y al vapor, dando prioridad a los alimentos crudos y vivos.

Y tú, ¿ya controlas tu alimentación? Puede ser crucial para tu esperanza de vida.

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