Esta enfermedades afectan principalmente a los bebés y niños pequeños porque sus vías respiratorias son no solo de tamaño reducido sino que, además, se obstruyen con mayor facilidad que en niños mayores y adultos. Entre mismo niños existe una mayor posibilidad de que en niños varones se produzca mayormente esta afección. Son mas vulnerables los prematuros, los niños que no fueron amamantados y los que viven en condiciones de hacinamiento.

Causas

La causa mas frecuente para la bronquiolitis es el virus sincicial respiratorio (tiene síntomas similares al virus de la gripe común en adultos y niños sanos mayores).

Otros virus que pueden causar la bronquiolitis son:

• El rinovirus (el resfriado normal).
• El virus de la gripe.
• El metapneumovirus humano.
• Los adenovirus.
• El coronavirus.
• El virus de la parainfluenza.

La bronquiolitis suele ser una enfermedad leve, pero para algunos bebés el riesgo de enfermedad de gravedad preexiste, estos incluyen:

• Los que hayan nacido prematuros.
• Quienes padezcan una enfermedad pulmonar o cardiacas crónicas.
• Los que tengan un sistema inmunitario débil por enfermedades o medicamentos.

Los niños que hayan padecido de bronquiolitis cuando eran bebés tienen mas probabilidades de desarrollar asma mas adelante. Aunque no están completamente arraigados el uno con el otro, es una posibilidad.

Síntomas

Los primeros síntomas que surgen serán similares a los del resfriado común, estos son:

• Cogestión nasal (nariz tapada).
• Moqueo nasal.
• Tos.
• Fiebre.

La duración de estos síntomas suele ser de uno a dos días. Los siguientes síntomas en aparecer son la tos, resuello (respiración violenta o con ruido) y respiración sibilante (es decir, una emisión de silbidos agudos al respirar); los cuales irán empeorando.

Con el tiempo pueden aparecer síntomas mucho mas graves, estos pueden ser:

• Respiración rápida y superficial.
• Frecuencia cardiaca acelerada.
• Retracciones.
• Ensanchamiento de las fosas nasales.
• Irritabilidad, asociada a la enfermedad gracias a las dificultades para dormir.
• Signos de fatiga o mucha somnolencia.
• Vomito después de toser.
• Falta de apetito.
• Orinar menos de lo habitual.

Estos problemas pueden llevar a la deshidratación. Incluso, y aunque en menor frecuencia, los bebés, sobre todo los prematuros, pueden tener breves episodios donde dejan de respirar.

En los casos mas graves de la enfermedad los niños pueden desarrollar los siguientes síntomas:

• Fatigarse de manera considerable por la dificultad para respirar.
• Tener un escaso intercambio de aire con el exterior.
• Tener una tonalidad azulada en la piel, sobre todo en los labios y uñas de las manos.

Prevención

Las causantes de la bronquiolitis suelen ser contagiosos, por lo tanto una buena manera de prevención es lavarse las manos con constancia, especialmente antes de tocar al bebé, en especial ya tiene un resfriado u alguna enfermedad respiratoria.

Otras maneras de prevenir esta enfermedad son:

• Limitar el contacto con otra personas que tengan fiebre o resfriado.
• Limpiar y desinfectar las superficies.
• Cubrir la tos y los estornudos.
• Usar tu propio vaso y no compartirlo.
• Lavarse las manos con frecuencia.
• Amamantar, por alguna razón no tan clara, en los niños amamantados las infecciones respiratorias con menos comunes.

Tratamiento

El objetivo principal es aliviar los síntomas, como la dificultad para respirar y las sibilancias. Es posible que algunos niños, sobre todo lo que tienen mayores complicaciones, deban recibir atención hospitalaria.

Los antibióticos no servirán de nada en caso de tratar esta enfermedad, ya que no funcionan contra enfermedades infecciosas.

Sin embargo, algunas medidas para aliviar los síntomas desde casa pueden ser:

• Hacer que el bebé tome mucho líquido. De este modo podrá evitar la deshidratación.
• Hacer que el bebé respire aire húmedo para aflojar el moco pegajoso. En estos casos, haga uso de un humificador.
• Aplique unas gotas de solución salina a su hijo, luego haga uso de un aparato de succión nasal para ayudar a aliviar la congestion.
• Manténgase seguro y atento de que su hijo descanse bastante y bien.