Todos pueden sentir ansiedad frente a algunas situaciones de la vida, por ejemplo, antes de dar una examen, un problema difícil de trabajo o una decisión muy importante a tomar. Aunque la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación para las personas con trastorno de ansiedad el miedo no es temporal y puede ser muy abrumador.
Los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas de ansiedad pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño durante la escuela o trabajo y afectar las relaciones sociales.
Las personas con trastornos de ansiedad tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en un episodio de ansiedad se puede llegar a su punto máximo en cuestión de minutos, este pico será llamado ataque de pánico.
La ansiedad y ataques de pánicos son difíciles de controlar y son desproporcionados en comparación al problema real, además de poder durar un largo tiempo. Para prevenir estos episodios, las personas suelen evitar lugares o situaciones que puedan desatarlo. Los síntomas pueden aparecer en la niñez o adolescencia y continúan hasta la adultez.
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, estos pueden ser:
No está claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Pueden ser ciertas experiencias de la vida, como acontecimientos traumáticos. Los rasgos heredados pueden ser un factor también.
Aunque, para algunas personas expertas, las causas pueden deberse a problemas de salud ocultos. En ciertos casos, los síntomas de ansiedad pueden ser indicadores de una enfermedad. Algunas enfermedades relacionadas con estas causas pueden ser:
La ansiedad en algunas ocasiones puede ser un efecto de secundario de ciertos medicamentos.
Existen dos tipos de tratamientos contra la ansiedad, estos pueden ser de tipo farmacológico o/y psicológico.
Te invito a hacer un test basado en un estudio realizado en Pensilvania para descubrir si somos ansiosos (las posibles respuestas son algo, bastante o mucho):
He estado preocupado toda mi vida..
Me preocupo, si no tengo suficiente tiempo para hacer todas las cosas que quiero hacer..
Hay muchas circunstancias que me conducen a la preocupación..
Tan pronto como termino una tarea, comienzo a preocuparme por otra..
Me doy cuenta de que siempre estoy preocupándome por algo..
Me preocupo por un proyecto hasta que esté terminado..
Se calcula que cinco de cada diez personas, en algún momento de su vida, sufrirán lo que se conoce como TAG (trastorno de ansiedad generalizada). Lo primero que debemos mencionar es que la ansiedad es normal. Frente a un peligro o un desafío, todos sentimos ansiedad. La ansiedad no es mala pero se convierte en algo peligroso cuando es excesiva e incontrolable.
¿Por qué la ansiedad se vuelve patológica?
Porque la reacción desproporcionada es constante y se ingresa en una cadena de preocupaciones que no se logra controlar. Muchas veces no se trata de una preocupación o un miedo determinados, sino que «estoy preocupado por todo o por nada». No sé bien por qué. Por eso, se la denomina generalizada. Casi siempre los trastornos de ansiedad no se deben a un hecho específico, como ocurre con las fobias donde la persona, por ejemplo, cuenta: «De chico, me encerraban en una habitación, entonces ahora (por desplazamiento) tengo fobia a los lugares cerrados». El trastorno de ansiedad suele tener lugar por imitación y aprendizaje. Es decir, por la manera en que fuimos criados. Hay familias con predisposición a enseñarles a sus hijos que «el mundo es peligroso». Así les envían este mensaje: «Tené cuidado, no confíes en nadie, nadie es como tu familia, nada es como la sangre…»
¿Qué le sucede a la persona ansiosa?
Las preocupaciones que no se pueden manejar traen, como resultado, síntomas físicos. Uno de ellos es el cansancio que raya en el agotamiento. También puede haber dolores musculares, irritabilidad, aceleración, deseos de llorar sin un motivo en particular, contracturas, sensación de ahogo, angustia.
¿Dónde nace la ansiedad?
La ansiedad proviene de una manera de pensar, de las creencias que tenemos. De acuerdo a cómo pensamos, nos vamos a sentir y a conducir en la vida. Estas son dos de las principales creencias de una persona ansiosa:
Algo malo va a pasar. El ansioso tiene pensamiento catastrófico. Por ejemplo, si su pareja lo tiene que llamar y no lo hace, pensará: «Seguro que le pasó algo malo». No piensa que está trabajando, o muy ocupado. Siempre «adivina» lo que podría haber sucedido. Esta es la razón por la que vive hipervigilante, anticipándose a la realidad. Trata permanentemente de atajar los goles. Es así que a menudo el ansioso está distraído, ensimismado en su pensamiento negativo que anticipa los hechos, lo cual le produce mucha angustia. Pensar en términos absolutistas («todo o nada») hace que el nivel de ansiedad se eleve.
Hay que estar siempre alerta. «Para vivir tranquilo, hay que prevenir» es el lema del ansioso. Pero esta no en una medida normal y natural, pues la persona está siempre en espera de una catástrofe y le urge anticiparse a las consecuencias. El cuerpo, que es sabio, entonces le empieza a enviar luces de alerta: transpiración, mareo, sensación de ahogo, angustia, etc. Es por ello que el ansioso se vuelve muy controlador porque es la única manera de subsistir a todos esos pensamientos y preguntas sin respuesta: «¿Y si pierdo el trabajo? No voy a poder comer.». «¿Y si pierdo a mi pareja? Me voy a quedar solo.».
Lo ideal en el tratamiento de la ansiedad es acudir a un centro de salud mental o un hospital, o consultar a un terapeuta especializado en este tipo de trastornos (que suelen estar asociados a otros problemas de salud como los del aparato digestivo). En nuestro país hay instituciones excelentes que brindan terapias breves con diversas técnicas que pueden ayudar al ansioso. El pronóstico es bueno pero lo fundamental es modificar toda creencia negativa, como las que mencionamos, y aprender a relajarnos para no preocuparnos en demasía.
Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a [email protected]
LA NACION Opinión Emociones
]]>La ansiedad es una de las principales consecuencias al dejar el tabaco, una sustancia que podría alcanzar ocho millones de víctimas en 2030 según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho. De hecho, este organismo estima que será difícil reducir su consumo al 30 por ciento tal y como estaba previsto para 2030.
Una vez decidimos dar el paso y dejar de fumar: ¿cómo controlar la ansiedad y el estrés que genera este proceso? Con motivo del Día Internacional Sin Tabaco que se celebra el 31 de mayo, la aseguradora Cigna ha lanzado una campaña de deshabituación tabáquica en la que se incluyen los siguientes consejos:
1. Recordar la meta y recompensarse
Ante una crisis es importante recordar las razones por las abandonamos el tabaco. En este punto, la Sociedad Americana del Cáncer recomienda tener a mano fotos de personas cercanas o respirar profundamente e imaginar los pulmones llenos de aire limpio y fresco. A eso, se deben añadir recompensas por el esfuerzo realizado.
2. Estar activo y evitar lugares donde esté permitido fumar
Puede ser útil iniciar nuevas aficiones y moverse en ambientes libres de humos como los centros comerciales, los restaurantes, los teatros, los cines o los museos. Durante eventos sociales, es muy efectivo mantenerse ocupado, introducirse en los temas de conversación y evitar los alimentos azucarados.
3. Beber agua, una dieta equilibrada y dormir bien
Hay que comer cinco veces al día en pequeñas cantidades para mantener constantes los niveles de azúcar en sangre y tener la energía suficiente para aguantar la tensión generada al dejar el tabaco. Durante varios meses, es preferible no consumir alcohol, café o cualquier otra bebida que la persona asocie con este hábito. De hecho, consumir alcohol cuando se intenta dejar de fumar reduce el éxito de abandono hasta un 40 por ciento según el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo.
4. Buscar objetos que suplanten al cigarrillo
Si se extraña la sensación de sujetar un cigarrillo o tener algo en la boca, conviene utilizar sustitutos como un lápiz o un alimento que podamos chupar o masticar, como chicles sin azúcar, zanahorias o palitos de canela.
5. Aprender a tranquilizarse
Hacer ejercicios breves como tensar y relajar los músculos de forma alterna, hacer flexiones y sentadillas, subir las escaleras o tocarse los dedos de los pies ayudan a relajarse. Los expertos también sugieren deportes como el yoga.
Motivos para dejar de fumar
El tabaco está relacionado con más de 25 enfermedades y es el responsable del 85 por ciento de los casos de cáncer de pulmón, así como reduce la esperanza de vida una media de diez años, según cifras de Cigna. En concreto, el tabaquismo provoca 60.000 muertes al año en España, donde el 24 por ciento de la población es fumadora.
Los expertos señalan que los niveles de oxígeno en sangre alcanzan valores normales una vez transcurridas las primeras ocho horas sin fumar, aunque el 50 por ciento del riesgo cardiovascular no disminuye hasta pasado un año. En cambio, la posibilidad de tener cáncer de pulmón sólo se reduce diez años después, entre un 30 y un 50 por ciento, en comparación con las personas no fumadoras.
CuidatePlus
Por Confirmado: MariGonz
]]>De acuerdo con Maribel Caballero Amado, especialista de la Coordinación de Salud en el Trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss), estos elementos no son exclusivos de altos ejecutivos y la gente con grandes responsabilidades.
A continuación se presentan las especias que combaten síntomas, causas o consecuencias del estrés y la ansiedad.
Cilantro
Información de la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta especia ayuda a propiciar el sueño y calmar los nervios alterados. Los cuales pueden ser consecuencia directa del estrés.
Clavo
El World’s Healthiest Foods, indica que 4.20gr de esta especia contienen 126.4% de manganeso; este mineral tiene la propiedad de ayudar a restablecer el sistema nervioso, el principal afectado por padecimientos como el estrés.
Nuez Moscada
Investigadores de la Standford University indican que la suma de un cuarto de cucharadita de nuez moscada en tu dieta diaria puede ayudar a que te sientas más tranquilo y que seas menos impactado por los problemas en tan sólo dos semanas, gracias a que contiene las sustancias: miristicina y elemicin.
Azafrán
Datos compartidos por especialistas de Fundación UNAM, indican que entre sus beneficios se encuentran sus propiedades anti-depresivas. Una de las causas más comunes de la depresión son el estrés y la ansiedad, así que en realidad estarías combatiendo 3 en 1.
Cúrcuma
Su ingrediente activo, la curcumina, es efectivo para regular el sistema inmunológico, además de ser un poderoso antioxidante, indica la información de la fundación. Cuando éste ha sido alterado es más fácil que puedas presentar estrés o ansiedad.
Albahaca
De la misma manera afirman que en la India esta especia es empleada para combatir el estrés, el asma e incluso la diabetes. Además es una gran fuente de beta-carotenos, lo que se convierte en vitamina A, magnesio, hierro y calcio.
Tomillo
Ayuda a mejorar específicamente el sistema nervioso, que es atacado por el estrés y la ansiedad. Por otro lado también es auxiliar para tener un mejor temperamento, señala Fundación Unam.
globovision
Por Confirmado: MariGonz
]]>Explicó que años atrás el hígado graso se relacionaba directamente con el consumo de alcohol en grandes cantidades, sin embargo en la actualidad se presenta en pacientes con malos hábitos alimenticios y al pésimo estilo de vida. El especialista indicó también que son diversos los síntomas de esta patología, aunque también es cierto que no todos los pacientes presentan síntomas.
En ese sentido explicó que los más frecuentes tienden a ser, dolor en la parte superior derecha del abdomen, malestar general, cansancio, fatiga, crónica, pérdida de peso, sensación de pesadez, ansiedad , entre otros. Prevención Niebuhr, señaló que para prevenirlo es importantísimo seguir un estilo de vida saludable, basado en el seguimiento de una dieta variada y equilibrada, rica en alimentos frescos y saludables, baja en grasas, sobre todo grasas de origen animal.
«La clave, está en evitar el sobrepeso y la obesidad, y en mantener una alimentación lo más saludable posible» , indicó el gastroenterólogo. Dado que el alcohol es otro de los enemigos para la salud de nuestro hígado y que interviene de forma decisiva en la acumulación de grasa en este órgano, es fundamental eliminar por completo el alcohol de nuestra dieta.
Por otra parte, dijo que cuando practicamos ejercicio físico con regularidad aumentamos nuestro metabolismo y quemamos grasas.
«Es una actividad que ayuda de forma muy positiva en caso de tener hígado graso, especialmente si practicamos algún tipo de ejercicio aeróbico, como por ejemplo correr o caminar, independientemente de la edad», enfatizó.
]]>Difícil de detener De acuerdo a investigaciones, el azúcar y la grasa constituyen más del 50% de la dieta típica estadounidense, lo que contribuye a la epidemia de obesidad.
Y los antojos de dulce después de una comida pueden obstaculizar nuestros esfuerzos de pérdida de peso e intentar negar el deseo solamente hace que deseemos más.
El problema es que aunque empecemos con una pequeña porción, una vez que lo probamos puede resultar imposible detenernos.
Secreto de expertos La investigación mostró evidencia de que el consumo regular de alimentos ricos en azúcar y grasa conduce a cambios neuroquímicos en el cerebro, que nos induce a desear este tipo de alimentos.
Los antojos de comida a menudo son el resultado de la costumbre y la asociación; si siempre has comido algo dulce después de una comida, no te sientes satisfecha a menos que cumplas con esa necesidad.
Los dulces se asocian a menudo con recompensas y sentimientos positivos, por lo que se sienten bien cuando se los comen.
Otra causa de los antojos de dulces después de las comidas tiene que ver con el estado de ánimo cerebral causado por la serotonina.
Cuando la serotonina es baja, los sentimientos de depresión y tristeza aparecen. Anhelas algo dulce porque los azúcares y los carbohidratos simples incitan al cuerpo a liberar serotonina, mejorando tu estado de ánimo.
Los cambios en los niveles de azúcar en la sangre también causan que desees dulces después de una comida.
Debes conocer: 3 ideas para endulzar la comida sin azúcar ni edulcorantes artificiales.
Ser estricto es peor La privación también puede fomentar los antojos. Si estás siguiendo una dieta estricta y evitas todos los dulces, pueden empeorar las ansias al negar tu deseo de satisfacer tus antojos.
Los científicos descubrieron que el deseo de comer ciertos alimentos, como el chocolate, combinado con el hecho de saber que debes comerlo con moderación, hace que se te antoje aún más.
Así que ahora que lo sabes, puedes combatir mejor los antojos de postres dulces después de comer, por ejemplo comiendo fruta o simplemente cambiando tus hábitos alimenticios.
Vía: Agencias
]]>En los días que corren, es muy frecuente que las actividades cotidianas se vean opacadas por el famoso trastorno de ansiedad que, en muchos casos, no permite disfrutar la vida.
Esta es la principal razón por la que es importante aprender a desterrarla.
El portal iMujer revela cinco claves para hacerlo:
1. Ejercicio
La actividad física representa uno de los métodos más efectivos para equilibrar el estado de ánimo.
¿Por qué? Varios estudios han demostrado que el ejercicio regular potencia el buen humor, mejora la calidad del sueño, alivia el estrés y, por si todo esto fuera poco, eleva la autoestima.
Ahora bien, para aplacar la ansiedad no es necesario ejercitarse por horas. Ya está comprobado que 10 minutos de caminata, por ejemplo, son más que suficientes.
2. Meditación
No hay que convertirse en un yogui para dejarse seducir por los encantos de la meditación. Para empezar, hay que tratar de suspender ese barullo mental que está siempre con uno.
Para ello, es bueno refugiarse en un lugar cómodo, cerrar los ojos y comenzar a respirar lenta y profundamente. Una vez concentrado solo en la respiración, se sentirá que el cuerpo comenzará a relajarse.
3. Menos redes sociales
Una investigación reciente dejó en claro que una frecuente exposición a las redes sociales posee todo el potencial de aumentar los niveles de ansiedad. ¡No sorprende! El uso de estos medios suele venir aparejado de la comparación y la depresión, las mejores amigas de la ansiedad.
4. Nada de cafeína
A la ahora de atenuar la ansiedad, la cafeína no ayuda mucho -más bien todo lo contrario-. Este componente infaltable de tés, cafés y gaseosas pueden agudizar tus síntomas de ansiedad, así como favorecer el insomnio.
5. La verdadera causa
Pero de nada te servirán todas estas estrategias, si no se descubre la causa de tu malestar. ¿Qué es lo que te está haciendo sentir inquieto/a? ¿Se puede hacer algo al respecto o escapa de tu control?
Si hay algo que se pueda hacer, romper con la pasividad es un gran antídoto en estos casos. Si, por el contrario, el problema te trasciende, es mejor enfocar tus energías en lo que sí puedes cambiar.
]]>¿Será cierto eso de que mientras más sudamos, más peso perdemos?
Posted by RPP Noticias on Jueves, 9 de julio de 2015 Compartir en:
]]>La naranja , el cambur y la zanahoria se unen en este potente jugo saludable que, además de ser un aliado perfecto contra la obesidad, es bajo en calorías y combate el estrés , el nerviosismo y la ansiedad continua por comer. Los nutricionistas y expertos en jugoterapia recomiendan su consumir un vaso, dos o tres veces por semana.
Para 2 porciones
Ingredientes
1 taza de jugo de naranja, recién exprimido
1 cambur, pelado y cortado
2 zanahorias, peladas y cortadas
1 cucharadita de miel, opcional
Preparación
Colocar todos los ingredientes en la licuadora. Mezclar hasta incorporar por completo.
Colar y servir inmediatamente.
Sí desea, puede endulzar con una cucharadita de miel.
Más recetas de jugos saludables aquí .
]]>