Una buena salud ósea comienza en la infancia

No solo es importante educar a los niños  para reforzar y enseñarles recursos que les servirán de mayores, también nos debemos preocupar, y de hecho lo hacemos, de que su alimentación sea variada, de que comprendan la importancia que tiene hacer  deporte y la  higiene , entre otras muchas cosas. Pasa lo mismo con la salud ósea, es importante inculcar hábitos que repercutan en unos huesos fuertes para que, los que ahora son nuestros pequeños, sean unos adultos sin problemas óseos.

Los años más importantes para fortalecer los  huesos van desde la infancia hasta mediados de los 20 , ya que luego, alrededor de los 35 años, se produce una pérdida gradual de la densidad mineral ósea debido a los procesos naturales de envejecimiento. Incorporar hábitos saludables como una dieta sana y equilibrada que incluya calcio y la ingesta de suficiente vitamina D , ayudarán a mantener la masa ósea adecuada durante la edad adulta.

Los huesos se forman de sales de fosfato de calcio para la dureza (65%) y de matriz de colágeno para la flexibilidad (35%) pero, además, se requieren nutrientes adicionales como magnesio, fósforo, boro, cobre, manganeso, zinc, diversas vitaminas y ácido fólico para construir un esqueleto fuerte.

Con toda esta información, entonces,  ¿cómo podemos mejorar la salud ósea durante la infancia?  El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido recomienda cuatro pautas principales:

Ingerir variedad de frutas y verduras. Incluir carbohidratos como las patatas, pasta, arroz y pan (preferiblemente integrales) en la dieta. Comer proteínas que provengan de carne y huevos, pero también de legumbres, nueces y semillas. Consumir productos lácteos regularmente. Una vez entramos  en la edad adulta , además de las recomendaciones anteriores se incluyen comer  mucha verdura de hoja verde , cereales integrales y  carbohidratos complejos ,  semillas  de sésamo, alimentos fortificados con calcio como el pan y otros productos horneados elaborados con harina de trigo fortificada; los  productos lácteos orgánicos  y los productos con base de soja también son grandes aliados.

Por último recordar que la  actividad física y el deporte son fundamentales  para una musculatura sana que ayudará a mantener nuestros huesos, y los de nuestros  hijos , fuertes.  Fuente: Rocío Río de la Loza, Health Coach.