«El rapidito», el arte del erotismo

Un mensaje sexy: El juego previo empieza con una llamada telefónica o un mensaje sexy. «Te deseo», «Ya quiero sacarte la ropa» o «No sabes todo lo que te voy a hacer esta noche» son solamente unos ejemplos de lo que puede excitarle a tu pareja y ponerla a imaginar lo más sucio o erótico que se le ocurra.

Lubricante: Por ser «rapidito», la mujer no tiene el suficiente tiempo para ‘excitarse’ naturalmente, así que el lubricante es primordial. Además, si se tocan por un rato antes de ir directo al grano, el libido incrementará y las sensaciones se volverán más explosivas.

No se desnuden: Los vestidos holgados y las faldas cortas (o largas) fueron hechas para el sexo rápido. Después de todo, parte de la excitación es causa de la espontaneidad y de vivir el momento, así que nunca se debe desvestir para esos momentos.

Fantasías: Empieza con la relación sexual ¡en tu cabeza! Aunque sean unos cuantos minutos eróticos, notarás que tu imaginación hará una gran diferencia en tu clímax.

Manos abajo: Si no van a perder tiempo quitándose la ropa, utilicen esos segundos para excitarse (y en tu caso, prepararte) con sus manos. ¡Olvídate de la vergüenza! Si es necesario, tócate lo que sea necesario para estar completamente lista y disfrutar de lo que sigue.

Algo de oral: ¿Quién dice que el rapidín conlleva solamente la penetración? También está el sexo oral rápido en el baño, en el auto e incluso ¡en el closet! Además, si no terminan satisfechos con esa pequeña sesión, pueden seguir con la habitación y no detenerse hasta estar completamente satisfechos.

Locación: El rapidito en la habitación no tiene mucho encanto, en cambio, el sexo rápido en el baño o en la cocina antes de irse a trabajar, ¡es más que excitante! La locación y el momento es importante a la hora de tener un ‘rapidito’, así que tienes que ser súper selectiva.