La exposición prolongada a rayos UV genera enfermedades de piel, ojos y hasta estrés

El Comercio /

Después de un par de aguaceros, Quito sorprende a sus habitantes con índices de radiación ultravioleta altos y extremadamente altos.

Se trata de la energía electromagnética emitida a longitudes de onda menores que la correspondiente a la visible por el ojo humano. En cantidades pequeñas es beneficiosa para la salud, pues desempeña una función esencial en la producción de vitamina D . Sin embargo, la exposición excesiva se relaciona con el cáncer de piel , envejecimiento acelerado de la piel, cataratas y otras enfermedades oculares, según la dermatóloga Paola Guevara.

De acuerdo con información publicada en la página web de la Organización Mundial de la Salud (OMS), también se ha comprobado que estas radiaciones aminoran la eficacia del sistema inmunitario. Y es por esa razón que personas con diabetes o dermatitis atópica , por ejemplo, podrían verse afectadas.

Aquello sucede, según Guevara, porque las enfermedades se exacerban a causa de la oxidación de las células. De allí la recomendación de ingerir abundante agua y consumir alimentos ricos en minerales, vitaminas y antioxidantes. El endocrinólogo Byron Cifuentes descartó una desestabilización de las hormonas. Sin embargo, aclaró que el exceso de calor puede generar estrés en determinadas personas.

De acuerdo con la nutricionista Sara Mafla, las frutas y vegetales encabezan la lista de productos ricos en antioxidantes. A esos últimos, precisamente, se les atribuye las siguientes bondades: aumentan la energía, detienen el proceso de envejecimiento y protegen a las células de los efectos de los radicales libres. Estos son moléculas producidas cuando el cuerpo se expone, por ejemplo, al humo del tabaco y a la radiación solar.

Según un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, los arándanos, moras, frambuesas, cerezas y fresas son los alimentos que aportan más antioxidantes al organismo. Sus beneficios se deben a las antocianinas, pigmentos que otorgan los colores azulado, rojo o morado.

Para alcanzar los beneficios de las frutas y vegetales, Mafla recomienda consumir entre cuatro y cinco porciones al día, distribuidas en diferentes horarios.

Guevara, en cambio, sugiere tomar el sol hasta cinco minutos antes de las 09:00 o después de las 15:00. En estos días con índices de radiación ultravioleta altos y extremadamente altos, esa exposición tendrá que ser con protector solar, sombrero de alas anchas, ropa oscura y gruesa, y una sombrilla, pues los rayos UV pueden atravesar la vestimenta y causar daños irreparables.

Guevara, quien también es coordinadora del servicio de Dermatología del Hospital Pablo Arturo Suárez, explicó también que los efectos en la piel por la exposición a los rayos UV son tres: cáncer de piel, quemaduras y estético (manchas, pecas, lunares y envejecimiento prematuro de la piel).

El cáncer de piel se divide en dos tipos: el melanosítico y el no melanosítico. Se puede reconocer fácilmente, pues aparece ya sea como una espinilla sangrante, una mancha o lunar con bordes, forma y color irregular o como úlceras. Si se identifican estas irregularidades , se debe acudir de inmediato a un especialista que descarte o pueda dar seguimiento a la enfermedad.

De acuerdo con datos de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca), las ciudades con más incidencia al cáncer de piel están en la Sierra. Sucede porque el nivel de UV aumenta con la altitud: sobre un 4% por cada 300 metros por encima del nivel del mar. A 2 000 metros el nivel de exposición puede ser un 20% mayor que el de la Costa. Quito, por ejemplo, está a 2 850 metros sobre el nivel del mar, mientras que, está a 2 192. Ambato alcanza los 2 500 msnm.

En lo que concierne a los ojos , el optómetra Alejandro Lalama contó que los rayos UV causan efectos irreversibles en la visión. Los más graves y los más comunes son: cataratas oculares, pinguécula, pterigion, cáncer en los parpados.

Para evitarlas, además del uso de protector solar y gorra, el especialista recomienda utilizar gafas o lentes certificados con protección 100% UV. «Las personas deben comprobar que sus lentes o gafas tengan certificado. La existencia de un filtro de protección impide el paso de los rayos dañinos a las capas superficiales y al interior del ojo».

Los diseños de gafas con monturas grandes también son muy útiles ya que protegen de manera más amplia los ojos, eso sí, cuidando que sean 100% UV.

Los lentes fotosensibles son otra alternativa cómoda. Se trata de una tecnología que reacciona ante la exposición de los rayos UV: pasan de lentes claros en ambientes internos (lentes) a lentes oscuros (gafa) en ambientes externos.