Mitos y verdades sobre la leche de vaca

El Observador /

Lic. en Nutrición Lucía Alba

MITO: el hombre es la única especie que sigue tomando leche luego de la lactancia y, además, de otras especies. Nuestros antepasados no lo hacían.

VERDAD: el hombre es la única especie que hace muchas cosas, ya que es el único que tiene dominio sobre su cadena alimentaria. Comenzó a beber leche cuando dejó de ser nómade y comenzó a trabajar la tierra, hace unos 10.000 años, y a lo largo de la evolución desarrolló la capacidad para digerir la lactosa de la misma y beneficiarse de sus atributos.

MITO: la mayoría de la población mundial no puede beber leche. Las proteínas de la leche de vaca no se digieren bien.

VERDAD: es cierto que aproximadamente 2/3 de la población mundial no pueden digerir la leche, pero esto nada tiene que ver con las proteínas, sino con la lactosa, el azúcar de la leche. Para digerirla, se requiere una enzima intestinal llamada lactasa. En caso de ser intolerante la persona deberá simplemente restringir o eliminar la leche de su dieta, lo cual puede traer carencias nutricionales. En Asia y África la intolerancia a la lactosa puede llegar a alcanzar al 90% de la población. Pero en América y Europa el porcentaje es menor. En el caso de las proteínas, estas son completas y de alta biodisponibilidad y pueden ser digeridas por el ser humano. Puede existir una alergia a las mismas, pero esto sucede en el menor de los casos. Entonces, para quienes no son intolerantes ni alérgicos la leche sigue siendo un alimento altamente beneficioso.

MITO: Las vacas son sometidas a tratamientos con antibióticos que pasan a la leche que bebemos.

VERDAD: los antibióticos son utilizados para combatir enfermedades que afectan al ganado vacuno como la mastitis. La leche es sometida a estrictos controles que garantizan que no se exceden los límites aceptables de estas sustancias en el producto final. La presencia de estas drogas en la leche no solo que es ilegal, sino que además perjudica a su productor, ya que este recibe su pago en función de la calidad de la leche que suministra a la industria. Asimismo, la presencia de antibióticos dificulta la producción de derivados como el yogur o el queso ya que inhiben a los microorganismos necesarios para su elaboración.

MITO: La leche y sus derivados producen cáncer

VERDAD: No existen evidencias científicas sólidas que prueben que el consumo de leche provoque el desarrollo de cáncer.

MITO: La leche favorece el desarrollo de osteoporosis

VERDAD: el calcio de la leche es un mineral altamente biodisponible. Esto quiere decir que a diferencia de lo que sucede con otros alimentos ricos en calcio, el de la leche es absorbido por el organismo en mayor proporción. Por otro lado, la presencia tanto de calcio como de vitamina D hace que la leche cumpla un rol fundamental en la prevención y tratamiento de la osteoporosis, lo cual está comprobado científicamente.

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