Almohadillas con hierbas y granos alivian dolencias

La Razon /

Los dolores de espalda, la tensión que se acumula en el cuello y los hombros o las molestias en articulaciones pueden quedar en el pasado gracias a los cojines y almohadillas aromáticas y térmicas que ofrecen dos emprendedoras.

Mazui confecciona estos productos con tela de algodón y los rellena con semillas de linaza y apio, arroz, trigo, aceites esenciales, romero, cedrón, eucalipto, hojas de laurel, manzanilla, pétalos de rosas, cáscara de naranja, clavo de olor, canela y una piedrita de cuarzo que potencia las propiedades curativas de las hierbas.

«Además tiene un ingrediente adicional que es el amor con el que se elabora cada una de ellas», afirma la gerente general de la microempresa, Martha Zubieta, quien asegura que las cualidades benéficas de estos productos se basan en métodos para el tratamiento de afecciones con ayuda de plantas (fitoterapia), de fragancias (aromaterapia) y del calor (termoterapia).

La oferta de AlmMa, a su vez, contiene también una mezcla de 15 hierbas medicinales y granos.

La mezcla de ingredientes que hay en las almohadas -dependiendo de la forma en la que éstas se usen- proporciona una sensación de bienestar físico y psicológico, aplaca dolores o reduce las inflamaciones, entre otros beneficios.

«Cuando están frías o a temperatura ambiente», los colchoncillos «calman dolores de cabeza, bajan inflamaciones, y alivian pies cansados y migrañas, o pueden ser usados como herramientas «antiestresantes simplemente jugando con ellas o pasándola de una mano a otra», detalla Zubieta.

Si se usan calientes, agrega, «sirven para relajar el cuello; combaten el insomnio, la sinusitis y la artritis; y distienden los músculos después de practicar deporte. Colocadas sobre el vientre alivian las molestias producidas por los cólicos o dolores menstruales, y puestas en el pecho despejan los pulmones en casos de resfrío».

Para alcanzar estos resultados, las hierbas y aceites liberan sus aromas y los granos devuelven el calor que absorbieron luego de que las almohadas fueron calentadas en microondas. Las propiedades térmicas de estos productos los convierten también en buenos accesorios para las frías noches de invierno.

«Siempre me ha interesado todo lo que sea salud. Hace unos años estuve en Estados Unidos y de ahí me traje una de estas almohadillas. La desarmé y vi lo que tenía, y sabiendo que en nuestro país tenemos tantas hierbas (medicinales) se me ocurrió fabricarlas y he tenido muy buena acogida», recuerda Zubieta.

María Jiménez, propietaria del AlmMa, cuenta por su parte que su emprendimiento nació luego de haber investigado las propiedades de los vegetales para mejorar su propia salud. «Vi que había muchas opciones para trabajar con las hierbas medicinales, ya que Bolivia tiene una gran variedad de ellas», dice.

Raquel Zeballos, cuenta que usa este tipo de artículos hace cinco años, al igual que su mamá e hijas. «Sirve para los dolores musculares y para desinflamar alguna parte del cuerpo. Su aroma ayuda a que pase el dolor de cabeza cuando se pone en la frente. Mi mamá sufre artritis y se pone las almohadas calientes en las rodillas», afirma.

Jaime de la Vega se enteró sobre estos cojines hace cinco años y se los obsequió a su esposa, quien sufre de reumatismo y artritis. «Le sentó bien, se pone cada vez que le duele, es un paliativo (…). Sus hierbas desprenden un aroma agradable», indica.

Mazui ofrece también un producto pensado para los oficinistas. «Se lo puede usar en el antebrazo al trabajar con el mouse de la computadora; ayuda a evitar el síndrome del túnel carpiano», explica la gerente general de la marca.

VARIEDAD.

AlmMa, que ingresó al negocio con una muñequera para la tendinitis, proyecta por su parte una almohada que combata la depresión con semillas de café y cítricos, así como con otros elementos de efecto tranquilizante.

Los precios de los productos de ambas microempresas, dependiendo del tamaño y de su función, oscilan entre Bs 30 y 100.

Los efectos aromáticos de las plantas duran hasta un año, luego de lo cual los productos pueden seguir siendo utilizados por sus cualidades térmicas.

El uso de estos cojines «no tiene contraindicaciones para la salud», subraya Zubieta. «Nuestra almohada es completamente segura. Puede usarla cualquier miembro de la familia, ya que no contiene ninguna hierba peligrosa». Sin embargo, con el uso y el tiempo, los colchoncillos pueden liberar residuos de las hierbas por los poros de la tela.

Jiménez distribuye sus productos en La Paz en las tiendas ecológicas Vida Sana y Huayruru y la farmacia Santa Ana, en la avenida 6 de Agosto. «Pueden contactarse por Facebook, en AlmMa Almohadas Medicinales o marcando al 715-82656».