La alimentación sí importa en el cáncer de páncreas

Confirmado / Un paciente bien nutrido aumentará su bienestar, mejorará la tolerancia al tratamiento y su recuperación posterior. Además, una intervención nutricional precoz y sostenida en el tiempo puede ayudar al paciente a prevenir la desnutrición y la pérdida de peso.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de páncreas es la séptima enfermedad oncológica más frecuente en la Unión Europea. La alimentación que siga el paciente es clave para evitar la aparición de otras enfermedades como, la anorexia, la pérdida de peso y la caquexia  y, muchas veces, las cirugías, los medicamentos o el mismo tumor, pueden reducir el apetito e, incluso, cambiar el sabor de los alimentos (disgeusia) de estos pacientes.

Con el fin de evitar estas situaciones y facilitar y mejorar la calidad de vida de estos pacientes,   la Asociación de Cáncer de Páncreas (Acanpan) y la Fundación Más Que Ideas, han editado la primera guía de alimentación, Cáncer de páncreas: Alimentación y calidad de vida. Guía para pacientes y familiares, donde dan a conocer los aspectos más importantes de una alimentación y nutrición en cáncer de páncreas.

Cristina Sandín, presidenta de Acanpan señaló que, «existe un gran desconocimiento de las pautas a seguir y una insuficiente información especializada, por ello, los pacientes de cáncer de páncreas tienen una gran necesidad de información sobre alimentación y nutrición».

¿Qué puedo hacer para prevenir y tratar la desnutrición?

Entre las pautas que dan para mejorar el estado nutricional, la guía insiste en que el paciente debe consumir todos los días la cantidad adecuada de líquidos, calorías, proteínas y vitaminas, para mantener un peso apropiado.

«Es muy importante que el paciente realice alguna actividad física, como dar pequeños paseos antes de la comida, porque ayuda a mejorar el apetito y a reducir la fatiga, que son propias de la enfermedad», recomendó Mar Navarro, presidenta del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Castilla- La Mancha y miembro de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas.

Para mejorar la alimentación y controlar las enfermedades que afectan al estado del paciente, (anorexia, disgeusia, pérdida de peso, náuseas y vómitos y diarrea y deshidratación), Navarro y Rocío Campos, endocrinóloga del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Puerta de Hierro, de Madrid, dieron algunas pautas.

Consejos para controlar la anorexia

En pacientes con anorexia, las especialistas recomiendan hacer ejercicios ligeros antes de las comidas, ya que, ayudará a tener mayor apetito y aprovechar las horas en las que más hambre tengan (generalmente suele ser por las mañanas).

«Para comer, tener a mano tentempiés nutritivos como, frutos secos también ayuda. Además es muy importante hidratarse correctamente, se recomienda ingerir 2-3 litros de líquido al día» señalaron.

A la hora de cocinar una alternativa es preparar platos grandes y llamativos colocando porciones pequeñas de comida. También puede ayudar marinar las carnes, o sustituirlas por pescado, pollo, huevos, queso bajo en grasa o comidas vegetarianas.  Además, podemos mejorar el sabor y el olor de los alimentos utilizando hierbas aromáticas como albahaca o menta, y especias.

Consejos para la disgeusia

Para mejorar el sabor de los alimentos en casos de disgeusia, se recomienda mantener una correcta higiene bucal, no comer con utensilios metálicos y evitar las comidas muy calientes. Otros trucos que dan las expertas son:

Si la comida tiene:

Sabor metálico añadir endulzante o zumo de limón.

Sabor dulce añadir el zumo de limón o lima.

Sabor salado utilizar un cuarto de cuchara de zumo de limón.

Sabor amargo sirope o concentrado de manzana.

Sabor acartonado añadir sal marina o zumo de limón.

Consejos para controlar la pérdida de peso

La pérdida de peso se puede combatir manteniéndose activo. Advierten que si se toman enzimas pancreáticas hay que ajustar la cantidad y calidad de las grasas de la dieta e insisten en tener una hidratación adecuada y comer varias veces al día ingestas de pequeño volumen.

Mar Navarro, ha señalado que, «habitualmente, se toleran mejor las comidas de fácil digestión, en pequeñas cantidades, por tanto, se recomienda hacer entre 5-6 ingestas diarias».

Consejos para las náuseas y vómitos

Comer con frecuencia  ayuda a evitar la sensación de náusea, que es más probable que aparezca con el estómago vacío. Las comidas frías son alimentos más fáciles de digerir, otros, pueden ser el arroz, el caldo, las galletas saladas o el pan tostado.

Las comidas ricas en grasas, picantes o muy dulces y  los líquidos en las comidas, no son recomendables frente a las náuseas y vómitos. Las infusiones de menta o de jengibre, las técnicas de relajación o usar ropa más holgada, también puede ayudar a controlar las náuseas.

Consejos para la diarrea y deshidratación

Los alimentos pobres en grasas, con fibra soluble, como la avena, y con un alto contenido de pectina, como el puré de manzana o plátanos, son mejor tolerados cuando se padece diarrea y deshidratación.

Si tiene intolerancia a la lactosa, los productos lácteos sin lactosa o la leche de origen vegetal, pueden ser unas buenas alternativas.

Otros consejos son:

Evitar los alimentos fritos y con alto contenido en grasa.

Comer por lo menos 2,5 raciones de frutas y verduras al día, y entre 6-8 comidas de pequeño volumen.

Consumir grasas de fuentes saludables, como aceite de oliva, frutos secos o aguacates.

Ingerir bebidas ricas en calorías, nutrientes y proteínas, como batidos o suplementos alimenticios médicos.  Hidratarse con dos o tres litros de líquido al día, mejor fuera de las comidas.

Realizar, al menos, 30 minutos diarios de actividad física.

Evitar los azúcares simples concentrados, si tiene síntomas de intolerancia a la glucosa o de vaciado gástrico rápido.

Los ácidos grasos omega 3 ayudan a prevenir la desnutrición en este tipo de pacientes y, por otra parte, consigue que los resultados de la cirugía, los tratamientos y la calidad de vida sean los más adecuados.

Las dietas milagro no existen. Son desequilibradas, ya que, pueden eliminar alimentos esenciales.

«Evitar la desnutrición, controlar los posibles efectos secundarios del tratamiento y aumentar el peso y fuerza muscular, son los principales objetivos de los cambios en la alimentación», concluyeron.

dmedicina

Por Confirmado: María González