Dejar de comer gluten sin ser celíaco o intolerante está mal

Confirmado / El gluten es una proteína que forma parte de los cereales (trigo, avena, cebada y centeno), a la que muchas personas presentamos una intolerancia, los celíacos, y a la que otras son alérgicas, en estos casos no puede estar presente en nuestra dieta.

 

 

 

No hay ninguna evidencia científica que demuestre que una persona sana, que coma sin gluten, presente alguna ventaja sobre comer una dieta equilibrada.

 

 

 

Pero a pesar de eso se sigue diciendo, porque está de moda, que seguir una dieta sin gluten en una persona sana no sólo le va a llevar a perder los kilos que en teoría le sobren sino que, además, le dará más fuerz a y se cansará mucho menos con sus actividades habituales, algo que es totalmente erróneo.

 

 

 

Los que somos intolerantes a esta proteína somos los celíacos y tenemos la suerte de tener el «medicamento» adecuado para nuestra patología: retirar el gluten de nuestra dieta de por vida y con ello conseguir mejorar los síntomas que conlleva la celiaquía.

 

 

 

Esto que en principio parece fácil tiene también sus inconvenientes (aquí tienes un post que te lo explica).

 

 

 

Te propongo un reto: Ser celíaco por un día

 

  Por ejemplo: la palatabilidad de los alimentos a los que estáis acostumbrados a comer los no celíacos, tipo el pan, la pasta, las salsas… que aunque van mejorando, todavía no se ha conseguido que sean igual a los que están hechos con productos que contiene gluten.

 

 

 

Y, probablemente, el que más afecte al todo el que quiera seguir la moda de no tomar gluten sin ser celíaco, sea el saber que los celíacos al iniciar una dieta sin gluten aumentamos de peso porque nuestro intestino se recupera (por suerte para nosotros) y vuelve a poder absorber los alimentos que tomábamos, ya que esa es la función del intestino delgado, cosa que dado el mal estado en el que se encontraba debido a la enfermedad no lograba hacer.

 

 

 

Todo esto sin tener en cuenta el precio de los alimentos sin gluten, que debido a que es más difícil producir productos agradables al paladar y además evitar la contaminación cruzada que pueden presentar con productos que sí contengan gluten, hacen que sea mucho más cara su fabricación, aumentando unos 1600 ? la bolsa de la compra de una persona celíaca con los datos del año 2013.

 

 

 

Hay algunos estudios sobre pacientes con determinadas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, la psoriasis y la diabetes tipo 1, que llevan a pensar que en estos casos SI se produce una mejoría al retirar el gluten de la dieta, pero como podéis ver estamos hablando de personas que tienen alterado su sistema inmunitario, es decir, que tienen una patología ya diagnosticada.

 

 

 

Muchas veces nos dejamos llevar por modas (sobre todo en alimentación) que no tienen ninguna base científica que las avale, que sólo se basan en el marketing que se ha hecho de ellas y en el hecho de que la publicidad va dirigida a un nicho de mercado ávido de cambios en su vida, con un poder adquisitivo medio-alto, y contando además generalmente con el famoso de turno que consigue aumentar el saldo de su cuenta bancaria sin tener ni siquiera que seguir los consejos que da.

 

 

 

Esto no ocurre sólo con el gluten, también lo sufren otros productos como los llamados alimentos funcionales: el omega3, los lactobacilos, los fitoesteroles, los suplementos nutricionales y un largo etc., que precisaría de varios posts para poder explicarlo

 

 

 

Fuente : draherraizmedicoypaciente.com