Cinco mitos de las dietas y la pérdida de peso (II parte)

La Prensa / Falso. El agua a cualquier temperatura que se ingiera es un nutriente acalórico, es decir, que no aporta calorías. Por ende, no va a producirte una ganancia ni pérdida de peso aunque se ingiera antes, durante o después de las comidas. Además, es indispensable en los procesos de digestión, absorción, distribución de nutrientes, transporte y desecho de elementos tóxicos.

2. Los productos integrales adelgazan.

Falso. Partamos del hecho que ningún alimento adelgaza, y en el caso de ciertos productos integrales suele tener las mismas calorías que sus similares no integral, lo que realmente les diferencia es que el producto integral posee una cantidad mayor en fibra.

Un ejemplo: tanto el pan blanco como ciertos panes integrales aportan las mismas calorías. La ventaja radica en que la fibra beneficia al tracto gastrointestinal y te brinda una sensación de saciedad más prolongada.

3. Comer en las noches me engorda.

Falso. La hora en la que se consume un alimento particular no es lo que determina el aumento de peso, son las calorías.

Si abusamos de un alimento y consumimos más de lo que debemos vamos a aumentar de peso, independientemente de la hora que sea.

4. Para perder peso debo hacer ejercicios prolongados e intensos.

Falso. Caemos en otro error al pensar que para lograr una pérdida de peso necesito correr o hacer una actividad física intensa.

Un ejercicio de baja intensidad también consume calorías, el objetivo es crear un balance negativo en el cual se gastan más calorías de lo que se consume.

Un punto muy importante es entender que el ejercicio no transforma la grasa en músculo debido a que ambos tejidos están compuestos de células diferentes, la grasa se quema y el músculo se desarrolla, así que lo que puede ocurrir es perder uno y ganar el otro, pero no convertirse uno en el otro.

5. El té verde adelgaza.

Cierto y falso. La evidencia que apoya el té como una ayuda para la pérdida de peso se basa principalmente en los estudios que utilizaron extractos de té (ciertos polifenoles y la cafeína). Hacen falta más estudios para demostrar que estos resultados pueden ser directamente aplicables a té elaborado en cantidades normales.

 (La autora es nutricionista-dietista, especialista en diabetes y obesidad, coordinadora del Programa de Nutrición Clínica en el Instituto de Salud Femenina del Hospital Punta Pacífica. Email: [email protected] )