Las enfermedades benignas, ¿pueden derivar en cáncer de mama?

Investigando sobre el cáncer de mama encontramos que uno de los factores de riesgo para contraer esta enfermedad es la transformación de algunas enfermedades benignas en cancerígenas. Para saber un poco más sobre el tema consultamos con el Dr. Alejando Turek, Médico Especialista en Oncología que nos contó que en muchos casos los cambios (de benigno a maligno) no son evitables, pero que sí pueden ser tratados a tiempo.

Conocé de qué se trata y tomá conciencia sobre la importancia de cuidar tu salud.

Cuáles son las enfermedades Cuando hablamos de lesiones o enfermedades que pueden derivar en cáncer de mama, no hablamos de gripes mal curadas o enfermedades comunes, sino de algunos casos más específicos. Según Turek, las hiperplasias atípicas ductales (de los conductos glandulares) o lobulillares (tejido glandular específicamente preparado para producir la leche materna) pueden generar un riesgo de cáncer mamario.

“Estas hiperplasias elevan el riesgo de cáncer de mama aún sin historia familiar predisponente (4%), y hasta 10 veces si existe ese antecedente familiar. Y esto es más riesgoso en mujeres pre menopáusicas”.

Todo lo que tienes que saber La mayoría de las lesiones en las mamas son benignas y todo lo que ocupa espacio en nuestra anatomía se llama tumor (sin necesariamente ser cáncer). Pero como el cáncer de mama es frecuente en occidente es comprensible que todas estemos preocupadas ante cualquier tipo de lesión mamaria.

El especialista en oncología nos explica cuándo una lesión benigna puede transformarse en maligna y a qué debemos estar atentas.

En general, las lesiones benignas no se asocian con un riesgo mayor para el cáncer de mama ni es importante el grado de “transformación” de un tejido benigno a otro maligno.

Las enfermedades benignas de la mama incluyen un grupo heterogéneo de lesiones de origen inflamatorio y fibroquístico que pueden en algún momento ser diagnósticos diferenciales del tumor maligno. Para eso está la clínica, los estudios de imágenes y las eventuales punciones para certificar la certeza diagnóstica de una lesión.

La incidencia de las lesiones benignas de mama comienza a aumentar durante la segunda década de la vida con picos en la cuarta y quinta décadas, a diferencia de las enfermedades malignas, que aumentan marcadamente a partir de la menopausia.

Cómo evitar que suceda Según el especialista, en algunos casos graves se indica quimioprevención con compuestos hormonales vía oral (no es quimioterapia sino antiestrógenos). Pero lo más adecuado es la consulta periódica con especialistas certificados, y los estudios radiológicos (mamografía, ecografía mamaria) de alta resolución.

Para el Dr. Turek es fundamental realizarse las consultas de salud regularmente, ya que todas las enfermedades de la mama se resuelven en el momento oportuno. “La consulta tardía con nódulos de tamaño mayor en la medicina actual es simplemente una mala decisión”.

¿Existe relación entre los implantes mamarios y el cáncer de mama? Este es un tema que preocupa a muchas mujeres. Según el Dr. Turek, los materiales extraños (que no son parte del cuerpo), como las siliconas que se utilizan en las cirugías plásticas y reparadoras, pueden causar una lesión inflamatoria/granulomatosa.

La ruptura de la cápsula protésica (hoy poco frecuente por el avance en las técnicas quirúrgicas y los materiales de última generación) causa una reacción de cuerpo extraño. Las fibrosis pueden dar la clínica de un tumor localizado. “Por supuesto que la inyección de todo tipo de material en la mama es una práctica médica que no aconsejamos,  y se sugiere muy firmemente que las cirugías de este tipo estén realizadas por cirujanos especializados en este tipo de operaciones”.

La importancia de los antecedentes familiares El especialista afirma que los antecedentes son un factor importante a la hora de diagnosticar a una mujer con esta enfermedad. “El origen étnico, las abuelas, madres, hermanas (sobre todo las que se enfermaron en la pre menopausia) son un factor a tener muy en cuenta.

Una de cada 8 mujeres en el mundo va a tener cáncer de mama, y sólo un 10% de ellas tienen un cáncer de mama familiar. “Mujeres, consulten. Háganse los estudios anuales a partir de los 40. Si ustedes deciden cuidarse, nosotros estamos ahí para ayudarlas”, concluyó el Dr. Turek.

Así que basta de excusas y andá a hacerte los chequeos de rutina.

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