A entrenar también en vacaciones

Carece de sentido esforzarse todo el año por mantener la figura, y descuidarse durante las vacaciones. Pero pasa con más frecuencia de lo que se cree.

Mandar los hábitos saludables y el ejercicio físico de vacaciones trae consecuencias. Además de engordar algunos kilos puede alterar el metabolismo e, incluso, incentivar el «efecto rebote», es decir, engordar de más después de hacer dieta.

Especialmente quienes entrenan a diario y mantienen hábitos saludables deben evitar descuidarse en vacaciones, de manera de preservar la condición física que se ha logrado con constancia y esfuerzo.

Para los entrenadores físicos, un mes sin hacer ejercicio es demasiado tiempo y arruina los objetivos, ya sean de perder peso o de ganar masa muscular. Así piensa Orlando Avilán, instructor del equipo de la cadena Gold’s Gym, quien sugiere que el entrenamiento continúe incluso en vacaciones, aunque sea «a un ritmo más bajo».

«Los entrenadores buscamos que la persona en vacaciones mantengan un ritmo de actividad física de 30 a 40 minutos como mínimo, tres veces por semana, acompañada de una ingesta de comida saludable», expresó Avilán, instructor físico desde hace 17 años.

El usuario no tiene por qué estar solo en este proceso de mantener su entrenamiento en vacaciones pues todos los instructores certificados deben estar en capacidad de orientar a sus clientes sobre las rutinas que pueden realizar en los lugares de vacaciones, estén solos o acompañados.

¿Qué hacer?

En vacaciones, las rutinas físicas deben cumplir con los dos elementos clave de los entrenamientos en los gimnasios: los ejercicios cardiovasculares y los musculares.

«Yo recomiendo a mis alumnos dedicar, tres veces a la semana, 40 minutos de actividad física que pueden ser divididos en veinte minutos de caminata alternando un ritmo suave y otro demandante, de manera de tener cubierta la parte cardiovascular, y luego otros veinte minutos de ejercicios funcionales para la parte superior, media e inferior del cuerpo, siempre haciendo los estiramientos de rigor», detalló Avilán.

Los ejercicios funcionales se enfocan en trabajar integralmente los músculos responsables de hacer los movimientos corporales más comunes. Son entrenamientos demandantes, que queman muchas calorías, aumentan la fuerza y resistencia y se pueden realizar al aire libre. Algunos de ellos son el TRX -entrenamientos con ligas-, crossfit, yoga y pilates.

Cuidado al comer

Al salir de la rutina y visitar lugares novedosos, también provoca probar comidas distintas. Pero aunque la tentación sea mucha, es mejor moderar lo que se ingiere.

«Mantener un hábito alimenticio estricto de alto o bajo consumo calórico, pero sin ejercicio por tiempo prolongado, es contraproducente. Esto puede derivar en un efecto rebote, es decir, la recuperación de los kilos o la pérdida de masa muscular en un corto tiempo», explicó el instructor. Los nutricionistas que trabajan junto con los entrenadores físicos, suelen ofrecer pautas para hacer más fácil la dieta en vacaciones.

Mantener el cuerpo activo durante el asueto ayuda a estar tonificados y no perder toda la condición física trabajada y hace que el regreso a los entrenamientos después de vacaciones sea más agradable.