Andropausia, la menopausia masculina

La andropausia no es una enfermedad, sino un proceso de envejecimiento natural por el que pasan todos los hombres. Consiste en la disminución o pérdida progresiva de las capacidades sexuales, a causa de una caída de los niveles de testosterona en el organismo.

El urólogo y andrólogo Eduardo Fletcher explicó que a partir de los 40 años comienza una disminución lenta pero progresiva de los niveles de testosterona, principal andrógeno masculino. «Está calculado que esta hormona disminuye a razón de 1% anual. Es frecuente que a partir de los 60 años esta baja se note», enfatizó.

Síntomas

Según cuenta el galeno, el hombre se da cuenta de que atraviesa por esta situación cuando empieza a presentar síntomas en el plano sexual, como la disminución de la libido y capacidad eréctil. También pueden presentarse cambios en el carácter, irritabilidad, depresión, baja de la concentración, cansancio, pérdida de la masa muscular, aumento de la grasa corporal, principalmente abdominal, anemia y osteoporosis.

Añadió que el déficit de testosterona se puede deber a otras causas y no simplemente al paso de los años. El hipotálamo, hipófisis y los testículos pueden tener fallas en su funcionamiento por motivos que se deben investigar.

Tratamientos

El tratamiento de la andropausia consiste exclusivamente en el reemplazo hormonal a base de testosterona. Existen diversas maneras de administrar la hormona, como por ejemplo: tabletas, a través de la piel por medio de un gel que se aplica diariamente sobre la dermis en diversas partes del cuerpo como hombros, abdomen, piernas, inyecciones intramusculares que se aplican cada 21 días o cada tres meses dependiendo de su presentación. «Está demostrado que el tratamiento de reemplazo con testosterona, cuando esta correctamente indicado, revierte los síntomas de andropausia y mejora la calidad de vida del paciente», enunció el experto.

Fletcher indicó que antes y durante el reemplazo de testosterona es necesario controlar el estado de la próstata y administrarse con mucho cuidado llevando un control estricto de laboratorios de prueba de la próstata (PSA), medición de niveles de testosterona, hemoglobina, pruebas de función hepática, de tal manera que se cumpla el cometido de reemplazo hormonal y no afecte diversos órganos en los cuales pueden causar daño si se ven afectados.

Recomendaciones

– Acudir al urólogo periódicamente

– Realizarse el examen de la próstata

– Hacer ejercicios físicos

– No descuidar la alimentación sana

– Hablar de los problemas con la pareja

– Disminuir o evitar el consumo de cigarrillo, cafeína y alcohol.