Producto clave en tu rutina diaria

La función del humectante es devolverle a la piel los nutrientes que ha perdido y que necesita para mantenerse saludable.

Factores como el paso de los años, la contaminación ambiental, la exposición al sol y el mal cuidado son responsables de que la piel vaya perdiendo nutrientes y deteriorándose, necesitando así un poco de ayuda.

En general, las cremas hidratantes deben contener nutrientes, minerales, vitaminas, antioxidantes y algún tipo de ácido que ayude a renovar a nivel celular. Estas combinaciones pueden ser útiles en el retraso del envejecimiento de la piel.

Algunos de los ingredientes más comunes en humectantes son la proteína de soya; retinol; alfahidróxidos; vitaminas A, C y E; ceramidas, sábila, colágeno y elastina. 

Lo recomendado es que busques un humectante que se ajuste a la condición de tu piel. Para la piel grasosa, lo mejor es un hidratante con base de gel. Mientras que la piel seca necesita un producto rico en nutrientes,  menciona Katarina León, esteticista reconocida de la línea RéVive.

La fórmula que utilices debe ir cambiando a medida que vas avanzando en edad y las necesidades de tu piel van cambiando.

«Se recomienda aplicar humectante dos veces al día. Casi siempre hay humectantes que puedes usar en la mañana y en la noche porque no tienen filtro solar. Otros son exclusivamente para la noche porque tienen ácidos que no deben exponerse a la luz solar o llevan más nutrientes que actúan mejor cuando la piel está más relajada y puede absorber mejor esos ingredientes activos y tienden a ser un poco más fuertes», explica León.

Además, no olvides combinar tu crema humectante para el cutis con productos que hidraten el área de los labios y los ojos, que muchas veces son las más olvidadas del rostro.

Buena aplicación 1.  Vierte en tu mano un poco de crema del tamaño de una moneda. No por mucho aplicarte, te hidratarás mejor, con un poco de crema bien esparcido será suficiente.

2.  Aplica la crema con suaves movimientos circulares en forma ascendente de la barbilla hasta la frente.

3.  Cuando vayas a aplicar la crema de ojos debes hacerlo con un poco de masaje llevando el producto hacia el área del lagrimal para que vaya calentando y penetrando un poco más.

«Otra opción es aplicarla con suaves toquecitos. Eso ayuda a rellenar las líneas. Se hace con el dedo anular que es el que menos fuerza tiene porque esa área es la más sensible del rostro», asegura la esteticista Katarina León.

Vía: Agencias