Síndrome metabólico

La respuesta no es sencilla debido a que la fisiopatología (el estudio de los mecanismos de producción) del síndrome metabólico es profundamente compleja. Llevamos varios años debatiendo sobre su definición, su causa real y su verdadera repercusión en la salud cardiovascular, aunque la resistencia a la insulina parece ser la responsable de la mayoría de las anomalías que constituyen su etiología.

Las últimas definiciones de las sociedades científicas dicen que entendemos como síndrome metabólico la situación clínica en la que un sujeto presenta tres o más de las siguientes condiciones:

Obesidad abdominal (perímetro abdominal mayor de 102 cm en el hombre y de 88 cm en la mujer). Glucosa alterada (más de 110 mg/dl). HDL-colesterol bajo (menos de 45 mg/dl en el varón y de 55 mg/dl en la mujer). Producción aumentada de triglicéridos (más de 150 mg/dl). Presión arterial elevada ( presión arterial sistólica mayor de 130 o presión arterial diastólica mayor de 85 mmHg). Así pues, el sujeto con síndrome metabólico podrá presentar tres, cuatro o cinco de esos factores de riesgo variando además la intensidad de cada uno de ellos, lo que le conferirá un peligro diferente, pero siempre alto, de que sus arterias enfermen.

Algo de historia…

El síndrome metabólico, proviene del síndrome X , descubierto y descrito por el científico Gerald Reaven en 1988, uniendo la relación entre la resistencia a la insulina e hiperglucemia, hipertensión arterial y dislipemia como mediadores de riesgo cardiovascular, y tras observar que estos tres factores de riesgo tendían a darse generalmente juntos en el mismo sujeto. Dado que el denominador común de estos factores de riesgo es la resistencia a la insulina, este síndrome ha sido denominado así mismo como síndrome de insulinorresistencia .

En 1998 la OMS sugiere la denominación de síndrome metabólico para este conjunto de alteraciones y propone la primera definición consensuada.

Es curioso, y aleccionador, que un concepto tan actual como este de síndrome metabólico ya fuera definido en lo esencial hace más de ochenta años (en 1927) por el Dr. Gregorio Marañón. En su sabiduría clínica llegó a escribir en aquel entonces: «La HTA es un estado pre diabético… este concepto también se aplica a la obesidad y debe haber alguna forma de predisposición general para la asociación de diabetes con HTA, obesidad y quizá también con la gota …» . Así mismo, alguien, hace años, llegó a denominarlo «El quinteto de la muerte», parodiando la famosa película ya clásica de Alexander MacKendrick en el sentido del peligro silencioso de los cinco asesinos camuflados de inocencia.