Si pensamos en los archienemigos de la belleza y bienestar de nuestras piernas, pensamos en ellas: las várices son quienes encabezan esta lista. Son muchísimas las mujeres que las padecen. Y tú, ¿eres una de ellas? Pues, ¡lamentarse no sirve de nada!, pero consumir estos alimentos sí. ¡Toma nota! Pero, antes…
Lo primero es lo primero: ¿tienes idea de qué son las várices exactamente? Estas son venas hinchadas, que aparecen a causa de una mala circulación -esta, a su vez, suele asociarse al sobrepeso o al uso de ropa muy ajustada-. Pueden presentarse en cualquier parte de nuestro cuerpo, pero una de las zonas más afectadas son las piernas. Representan una problemática sufrida, sobre todo, por mujeres.
He aquí las premisas fundamentales sobre las venas varicosas. Ahora, ¡conozcamos los mejores nuetrientes para prevenirlas!
#1 La fibra
El motivo: La fibra favorece el buen funcionamiento de los intestinos y la consiguiente eliminación de desechos corporales. De este modo, disminuye la presión arterial y, ¡reduce la aparición de várices!
Sus fuentes: Puedes encontrar este nutriente esencial en alimentos como los espárragos, la remolacha, las lentejas y la granada.
#2 Flavonoides
El motivo: Estudios recientes han comprobado que, al igual que la vitamina C, los flavonoides fortalecen las membranas de las venas y potencian su funcionamiento, al disminuir los riesgos de que se dañen e incrementar su permeabilidad.
Sus fuentes: Para obtenerlos, acude a la manzana, las bayas, los cítricos, las uvas y los granos enteros. ¡Tienes una gran variedad de alimentos para elegir!
#3 Taninos
El motivo: Estos compuestos antioxidantes han demostrado ser muy efectivos paraprevenir derrames, así como todos los estragos provocados por los radicales libres.
Sus fuentes: ¡Las bayas! Estas constituyen la fuente de taninos por excelencia.
#4 Vitamina C
El motivo: Esta vitamina es perfecta para foralecer las membranas de todas las venas corporales y protegerlas de todos los daños causados por los radicales libres. ¡Ya te lo habíamos adelantado!
Sus fuentes: La vitamina C no es el monopolio de los clásicos cítricos. Debes saber que también puedes hallarla en el brócoli, las bayas y los pimientos.
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